El presidente sirio, Bachar al Asad, ha afirmado que la conquista de la ciudad de Alepo (norte) no supondrá el fin de la guerra en el país árabe, aunque sí será un gran paso hacia su fin, en una entrevista publicada hoy en el diario estatal Al Watan.

"Para ser realistas, no significa el fin de la guerra en Siria, sino una estación grande hacia el final", apuntó Al Asad, quien aseguró que nunca pensó en dejar ninguna zona sin "liberar".

En su opinión, la contienda "no acabará hasta la eliminación total del terrorismo, los terroristas están localizados en otras áreas, incluso si terminamos en Alepo, continuaremos la guerra contra ellos".

El jefe de Estado sirio también descartó una nueva tregua en esta localidad porque, a su juicio, beneficiaria a los "terroristas", ya que les daría un respiro y les permitiría reagruparse.

Al Asad indicó que una victoria en Alepo tendrá una importancia especial, porque "el proyecto turco" está basado en esta ciudad.

"Turquía ha puesto todo su peso, así como (su presidente, Recep Tayyip Erdogan) ha apostado todo al tema de Alepo, un fracaso en la batalla de Alepo significa que se dará la vuelta a la guerra", dijo.

En ese sentido, el mandatario no descartó una posible confrontación militar con Turquía si continúa su intervención en el territorio sirio y dirigió duras palabras a su presidente.

"Cuando tratamos con alguien que psicológicamente no es normal (en referencia a Erdogan), no hay sitio para la lógica", se quejó Al Asad, quien señaló que lo lógico sería que Siria y Turquía tuvieran buenas relaciones, "pero con una intervención turca, Siria tiene derecho a defenderse".

Respecto a los lazos con Rusia, Al Asad destacó que es una relación basada en los principios de respeto mutuo y en consultas.

"Ellos están con nosotros en la batalla real contra el terrorismo y en este caso nosotros y ellos somos socios", dijo el presidente, quien subrayó que Moscú no ha pedido nada a cambio a Damasco por su respaldo militar.

No obstante, Al Asad adelantó que cuando comience la etapa de la reconstrucción, "en cuanto haya seguridad", serán "los estados amigos los primeros socios en este ámbito a través de sus compañías y préstamos".

Criticó, además, lo que calificó de postura "hostil" de los países del golfo Pérsico, como Catar y Arabia Saudí, y la de Occidente.

En cuanto al proceso para hallar una solución política al conflicto, Al Asad consideró que no se ha construido sobre negociaciones entre patriotas, sino entre "sirios patriotas y sirios marionetas".

E indicó que si el Gobierno tomó parte en ese proceso fue para "acallar los pretextos y demostrar a todos los estados que hablan de política y a Occidente, en particular, que no son honestos".

A este respecto, describió como "títeres" a los opositores que acudieron al diálogo con el Ejecutivo en Ginebra.