La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un museo más dinámico

El Museo de la Sidra de Astigarraga, abierto hace una década, es bastante más modesto que el de Nava, enfrascado en una profunda crisis económica que incluso amenaza su pervivencia 19 años después de que fuera inaugurado por el entonces Príncipe Felipe. Sin embargo, la instalación vasca tiene mayor dinamismo que la asturiana y lidera el creciente movimiento turístico en torno a la sagardoa (sidra en euskera) en localidades guipuzcoanas como la propia Astigarraga, Hernani o Usurbil. Además de presentar una notable colección de piezas históricas, el centro organiza numerosos talleres a lo largo del año, acompasados con los distintos ciclos de trabajo en el lagar. También ofrece un programa educativo para escolares y grupos de tiempo libre, en los que combina la cultura de la manzana y la sidra con juegos pedagógicos. La pomarada incluida en el recinto permite llevar a cabo actividades tales como la recogida las manzanas con el "kizki" (herramienta tradicional), el mayado o la degustación de frutos y de mosto recién exprimido.

Compartir el artículo

stats