Acaba de relevar a Rosa Menéndez -nueva presidenta del CSIC- como delegada institucional del órgano estatal en Asturias, y Ángeles G. Borrego sólo tiene palabras de agradecimiento para su predecesora. "Ahora ella está en las alturas y estamos muy contentos y orgullosos de lo mucho que puede hacer por la Ciencia", celebra. Borrego inició su carrera en el CSIC en 1987. Apenas había becarios. Lo extraño era irse fuera para el posdoctorado. Ella lo hizo con una "Marie Curie" a Alemania. "Hoy se impone también ir al extranjero, pero la competencia es feroz y se necesita un currículo muy alto", subraya. Lo suyo, dice, "fue vocacional" y aunque "el camino es largo y duro, implica muchísimas satisfacciones". La carrera científica "llena todo tu espacio laboral", indica, pero tiene un atractivo muy grande, "nada que ver con el trabajo monótono de otros sitios".
