A sus 42 años, Susana Delgado, investigadora del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC), ha logrado acceder a una beca "Ramón y Cajal", un sueño para los científicos españoles. "Debería haber venido todo un poco primero, pero la crisis, que nos ha golpeado con mucha brutalidad a todos, ha sido especialmente dura con la investigación", sostiene. En su caso, fue un lustro encadenando contratos y sin tener la seguridad de un puesto estable: "Hay un tapón increíble, y mucha gente se desmoraliza. Psicológicamente es muy duro, y para las mujeres más porque tienen una doble carga, con la conciliación". Ella lo sabe bien: es madre de dos hijos. "La investigación es complicada, porque no tienes horario fijo y es difícil conciliar. A veces te da la sensación de que no haces las cosas bien en casa, o que te quedas rezagada en tu trabajo, sientes que te quedas atrás, sobre todo en esos años de crisis. La carrera investigadora es muy dura, pero las mujeres somos concienzudas y trabajadoras", sostiene.
