Oviedo, José B. PINO

El modelo urbano de Hyundai, el Atos, ha sido reemplazado por el nuevo i10, un vehículo que sigue a su hermano i30 en tecnología, línea y estilo moderno. Éste es el segundo modelo con la nueva denominación Hyundai, siendo una marca que ha evolucionado y ha sabido adaptarse al gusto europeo.

El nuevo Hyundai i10 llega cargado de interesantes novedades que le permiten marcar un claro salto cualitativo con respecto a su predecesor. Un coche en el que no se ha efectuado un simple lavado de cara, sino que se ha trabajado a fondo para brindar un automóvil totalmente nuevo.

La anchura del nuevo i10 ha aumentado en siete centímetros. Este crecimiento, además de darle un aspecto exterior más robusto, ha permitido mejorar la habitabilidad. Ahora, el i10 está homologado para cinco ocupantes. Destaca en el nuevo modelo un frontal más moderno, con grupos ópticos rasgados de grandes dimensiones, nueva toma de aire delantera y paragolpes más envolventes.

Uno de los aspectos en los que ha mejorado notablemente con respecto al Atos es en su perfil. El parabrisas, más inclinado, aporta al conjunto un aspecto mucho más atractivo y aerodinámico. La elevada línea de la cintura, las nuevas llantas de aleación y el discreto y atractivo spoiler posterior completan una estampa deportiva y muy actual.

El interior sí presenta un cambio radical respecto al del Atos, ya que se ha intentado trasladar una imagen mucho más moderna, lujosa y desenfadada y mayor comodidad tanto para el conductor como para los ocupantes.

Contará con equipo de sonido con mp3 y entrada auxiliar de sonido, asientos traseros abatibles, cristales tintados, cierre centralizado, dirección asistida, iluminación interior con diodos LED, etcétera.

Por otro lado, la versión superior viene con techo panorámico, alerón trasero, volante de cuero y entrada sin llave.

En lo referente a la seguridad, la primera medida ha sido la de remodelar la estructura, creando nuevas áreas de deformación programada y reforzando el chasis en sus puntos más críticos. Unas sólidas barras de protección lateral en el interior de las puertas aportan una superior rigidez al conjunto y mejoran la protección de los ocupantes en caso de accidente.

Tanto el asiento del conductor como el del pasajero disponen de airbags de última generación frontales y laterales y los cinturones están provistos con pretensores. Además, la columna de la dirección es colapsable, evitando así que el volante lesione al conductor en caso de una colisión frontal.

Tres propulsores

El nuevo Hyundai i10 se ofrece hasta con tres mecánicas diferentes, dos de ellas de gasolina, y, lo que es más destacado por inexistente en su antecesor, una versión diésel de reducidísimos consumos y emisiones.

Los gasolina son: un 1.1 litros de cuatro cilindros 66 CV y un cuatro cilindros de 1.2 litros y 75 CV.

La auténtica estrella de la gama está llamado a ser el propulsor diésel de 1.1 litros. Se trata de un tricilíndrico de 1.120 c.c., dotado de culata de cuatro válvulas por cilindro y doble árbol de levas, inyección directa common rail, y un eficaz turbocompresor equipado con el sistema VGT (turbocompresor de geometría variable). Un motor que rinde una potencia máxima de 75 CV.

La caja de cambios es manual, de cinco velocidades para ambos propulsores de gasolina, aunque opcionalmente se ofrece una caja de cambios automática de cuatro relaciones que no estará disponible en la versión diésel.

El i10 es el segundo modelo de la gama de Hyundai que se renueva completamente después de que la marca decidiera simplificar las denominaciones de sus coches.

El nuevo Hyundai i10 se convierte en el representante de la marca en el segmento A, el cual está experimentando una interesante subida, con un objetivo de ventas para el 2008 de 5.000 unidades.

La gama de precios comienza a partir de 9.700 euros y termina en 12.700, pero durante el período de lanzamiento habrá una campaña descuento que permitirá rebajar 1.000 euros.