El principado pone en servicio esta tarde la autovía de los túneles de Riaño tras cinco años de obras. Ocho kilómetros de recorrido entre Riaño y San Miguel de la Barreda que mejorarán la comunicación entre la comarca del Nalón y el centro de Asturias y eliminará un histórico punto negro de las carreteras asturianas, según aseguró la consejera de Fomento, Belén Fernández, en la visita que realizó esta mañana.

La actuación precisó una inversión de 108 millones de euros. El Gobierno regional reclama al Ejecutivo central que haga frente a su compromiso de financiación en el marco de los fondos mineros.

La puesta en servicio ha sido posible tras la culminación del segundo tramo que quedaba pendiente en el desdoblamiento de la calzada de la carretera AS-17, entre San Miguel de la Barreda y Riaño, que ha tenido un coste de 56.737.720 euros.

Este nuevo tramo, que discurre prácticamente en su totalidad por el concejo de Langreo, cuenta con un túnel, el de Cadaval Sur, con una longitud de 1.179 metros.

En una visita previa a la apertura al tráfico, la consejera de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, ha señalado que la nueva vía supondrá "una mejora sustancial para la comunicación viaria entre el centro de Asturias y la comarca del Nalón y permitirá eliminar el histórico punto negro de los túneles de Riaño".

Acompañada por autoridades locales y representantes de los sindicatos mineros, Fernández ha resaltado la "apuesta del gobierno autonómico por las comarcas mineras y el esfuerzo del Principado para acabar estas obras a pesar de no haber recibido del Estado los fondos mineros acordados".

La titular de Fomento precisó que la cuantía pendiente en este momento, correspondiente a los tramos 1 y 2 de la obra de desdoblamiento de los túneles, asciende a unos 66 millones de euros.

Como obras complementarias se ha incluido la iluminación del enlace de Riaño y el cerramiento de la autovía mediante valla de tipo cinegética, además de medidas correctoras y compensatorias de impacto ambiental, como la instalación de 3.060 metros cuadrados de pantallas acústicas.