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JOSÉ MANUEL BLANCO BRAÑA | Hijo predilecto de San Martín

"Tener el cariño de tus vecinos es el mayor reconocimiento"

"Me llena de alegría ser hijo predilecto de San Martín; he intentado aportar mi grano de arena para mejorar el pueblo"

José Manuel Blanco, ayer, en el parque de la Laguna de El Entrego. F. RODRÍGUEZ

Juez de paz, concejal, profundo conocedor de la historia local, impulsor de la fiesta gastronómica de les Cebolles Rellenes, promotor de la creación del Museo de la Minería... La intensa trayectoria vital de José Manuel Blanco Braña y su compromiso con la defensa y promoción de San Martín del Rey Aurelio han hecho a este vecino de El Entrego merecedor del título de hijo predilecto del municipio. La propuesta, presentada por un grupo de vecinos, fue avalada por 41 asociaciones y entidades del municipio y aprobada en el Pleno municipal extraordinario celebrado el pasado jueves.

-¿Qué sensaciones le deja ser hijo predilecto de San Martín?

-Siempre es de agradecer que se valore el trabajo que has hecho a lo largo de tu vida, que de alguna forma se reconozca. También me siento un poco raro porque hay otras muchas personas que lo merecen. Quiero compartir este reconocimiento con la gente que hace una labor por el concejo y que a veces no se ve. Lo cierto es que estoy muy contento. Tengo que valorar el esfuerzo que hicieron las personas que impulsaron la propuesta y que me tuvieron "in albis", porque yo no sabía nada de todo esto.

-Para una persona tan implicada con su concejo, ¿qué supone el hecho de que ese reconocimiento llegue de sus propios vecinos?

-La satisfacción es muy grande. Significa que algo has hecho bien durante estos años. Tener el cariño de tu gente, de tus vecinos, es el mayor reconocimiento. Me llena de alegría que haya habido tanto apoyos. La iniciativa partió de un grupo reducido de vecinos, pero fue respaldada por más de 40 asociaciones y eso para mí es muy importante. También es verdad que me encuentro un poco cohibido porque hay mucha gente que me llama para felicitarme. Esto es mucho para mí (ríe). Lo único que he pretendido siempre es aportar mi grano de arena para tratar de mejorar el pueblo.

-Usted fue concejal entre 1983 y 1987, ¿han cambiado mucho las cosas desde aquella época?

-La población ha bajado mucho y ha habido cambios significativos en todo, empezando por lo que es el funcionamiento del Ayuntamiento. Imagino que ahora las cosas son más complicadas. En mi época se estaban empezando a hacer muchísimas cosas y el contexto era más favorable para emprender proyectos.

-¿Cómo surgió la idea de poner en marcha la fiesta de les Cebolles Rellenes?

-Fue una iniciativa que partió de un grupo de amigos que pensamos que había que buscar una fiesta en la temporada de otoño e invierno para estimular la actividad hostelera en El Entrego. Aniceta Fueyo, "La Nina", cocinera del restaurante La Laguna, nos ayudó muchísimo. Empezamos sin muchas ambiciones, un poco a ver qué pasaba y si se asentaba.

-¿Llegó a pensar alguna vez que la fiesta tendría tanto recorrido?

-Qué va. No nos lo planteábamos a tan largo plazo. Lo pusimos en marcha en 1972, con lo que la fiesta ya ha cumplido más de cuarenta ediciones. Es una grata sorpresa que haya durado tanto.

-Y el Museo de la Minería y la Industria, ¿cómo llegó a cristalizar el proyecto?

-No era una idea nueva. Ya hubo una persona en los años sesenta, Álvaro Fernández Álvarez, que escribía en los porfolios con el seudónimo de Alferal y ya decía que sería muy interesante poner en marcha un equipamiento que recogiera elementos mineros. A partir de aquello, cuando entré en el Ayuntamiento, vi la posibilidad de dar un empuje a esa idea. La iniciativa fue creciendo y nos desbordó a todos, por lo menos a mí. Salió del ámbito del ayuntamiento y el proyecto llegó al Principado. Y estoy contento de que así fuera. A mí lo que me importa de verdad es que el museo esté en San Martín. Son cientos de miles de personas las que han pasado por aquí y eso es una cifra muy respetable. Con la apertura del Museo del Movimiento Obrero prevista para el próximo año confío en que el Mumi vuelva a tener un empujón de visitantes.

-¿Hay alguna iniciativa que se quedó en el tintero?

-Siempre quedan cosas por hacer. Algunas salen y otras no. Yo estuve muy contento de haber participado en el Certamen de la Huerta del Valle del Nalón, que acabó desapareciendo. Allí encontré gente extraordinaria.

-¿Cómo ve el futuro de las Cuencas?

-La verdad es que El Entrego y el concejo en general los veo muy bien, con sus matices claro está. La sociedad avanza y los cambios son imparables. Y hay que adaptarse a ellos. El problema principal es el desempleo. Ahora viene una empresa con 250 puestos de trabajo al pozo Entrego y eso es una inyección importante para San Martín. Si se logra captar alguna iniciativa más será muy importante. El sector de las nuevas tecnologías puede ser un foco de crecimiento potente. Y otras industrias similares. Hace poco hubo un curso en El Entrego sobre videojuegos y decían que necesitaban un poco de empuje y espacios para trabajar. Hay que cambiar el chip. Sobre el futuro de las Cuencas, sin perder de vista los problemas que hay, yo no soy muy pesimista ni catastrofista. Soy un optimista moderado.

-En ese cambio de visión al que aludía, ¿cómo valora la implantación del Centro de nanotecnología en el pozo Entrego?

-Eso es el futuro y el hecho de que se hayan instalado en el polígono de La Florida y en El Entrego es importantísimo. Avances de este tipo son indispensables para el futuro.

-¿Que guarda con más cariño en el archivo de su casa?

-Todo lo relativo a El Entrego. Me gusta hacer fotos de edificios antiguos o lugares concretos y ver cómo cambian a lo largo del tiempo.

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