El Pedregal (Tineo)

Eloy Antonio Fernández profesa una inmensa admiración por la figura de su padre, José, «El Coxu de El Pedregal». «Él me enseñó todo lo que sé», enfatiza. Toni, como es popularmente conocido, ha desempeñado labores como tratante, taxista, transportista de ganado y tendero en el bar tienda inaugurado por su progenitor en la Nochebuena de 1952. Hace dos años se jubiló y ahora es su esposa, Anita Fernández, quien abre cada día al público el negocio familiar. Sin embargo, los días de su chigre están contados. «Cuando ella se retire, lo cerraremos», asegura.

José, «El Coxu de El Pedregal», nació en el seno de una familia de campesinos en 1905. Cuando apenas era un chaval comenzó a tratar con bueyes por los pueblos. «En aquellos tiempos, eran tan importantes para las casas como lo son hoy en día los coches», recalca Toni Fernández, quien añade que, en torno a 1940, su padre comenzó a regentar un chigre. «Se llamaba "El Figón"», precisa. De todos modos, su gran oportunidad llegaría en 1951. «Ese año falleció el propietario de un viejo bar del pueblo, "Casa Anxelu", y mi padre compró el inmueble a sus herederos para fundar un comercio», afirma.

Poco o nada queda del chigre de Anxelu. Tan sólo una vieja ventana y una mesa de madera conservada en un almacén. «Calculo que la casa tendría unos cien años de aquella. Mi padre sólo conservó una pared y reedificó el resto», comenta el tendero tinetense, quien evoca con añoranza los tiempos en los que el vino se guardaba en pellejos y se servía por cuarterillos. «De un mismo vaso bebían tres o cuatro paisanos», rememora.

A Toni Fernández se le acumulan los recuerdos. Él y sus cuatro hermanos se criaron tras el mostrador, ayudando a su padre y a su madre, Regina Rodríguez. «Mi padre se dedicaba también a recoger leche para la mantequera tinetense La Imperial», manifiesta. Prueba de ello son los utensilios de trabajo de El Coxu que aún se conservan en el hogar, y un viejo rótulo pintado sobre una puerta en el que se puede leer «Nº 3 Mantequera de Tineo».

A lo largo de su vida, Toni Fernández ha tratado de seguir las enseñanzas de su padre. Durante 12 años trabajó como taxista al volante de un Seat 1500. También se dedicó al trato y transporte de ganado con un camión Ebro. Ahora, a pesar de que ya está jubilado, su bar tienda sigue siendo un modo de mantener viva la figura de su progenitor, fallecido en 1987. «Me gusta recordarle. Me encantaría que pudiese levantar la cabeza y ver todo lo que he conseguido gracias a sus consejos», subraya. «El día que se retire mi esposa, todo se acabará». Sus hijos, Roberto y Héctor, han buscado su porvenir fuera de casa. «Todo cambia», concluye.

Nombre

Casa El Coxu

Lugar

El Pedregal (Tineo)

Fundador

José Fernández

Año de fundación

1952

Tipología

Comercio mixto