Bres (Taramundi),

T. CASCUDO

La empresa Mark-Astur sigue sin resolver los problemas financieros que arrastra desde finales de 2009, cuando se declaró en suspensión de pagos. Lejos de mejorar, la situación ha empeorado en los últimos meses con el despido de una docena de empleados. El malestar de la plantilla va en aumento, ya que la compañía naviega les adeuda ya los dos últimos meses de sueldo.

Esta firma constructora, una de las más importantes del Occidente antes de la crisis, se acogió a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que redujo su plantilla de 170 a unos 50 empleos. De esta forma pudo sacar adelante alguna de las obras pendientes en la comarca como el centro de salud de Grandas o las viviendas de protección oficial de San Tirso de Abres. Fuentes de la plantilla indican que actualmente la empresa sigue manteniendo deudas pendientes con los trabajadores -a algunos les debe hasta 8.500 euros- a las que se suma el sueldo de los dos últimos meses.

Una de las obras pendientes es el Centro de Artesanía de Bres que se está construyendo en Taramundi. Tras los despidos, la firma ha concentrado al mayor número posible de empleados en esta obra para intentar ultimarla en el plazo previsto. No obstante, los trabajadores explican que apenas tienen material con el que trabajar.

El alcalde taramundés, Eduardo Lastra, prefiere no hacer valoración alguna hasta conocer en detalle la situación de la obra, que debería estar lista en noviembre según los últimos plazos establecidos.