Cumplidos los quince días que se dio el PSOE de Valdés para impulsar o descartar la moción de censura que, con el apoyo de IU y URAS, derribaría el gobierno que lidera el casquista José Modesto Vallejo, las diferencias se mantienen entre los que aspiran al relevo, aunque las negociaciones continúan abiertas. El principal escollo sigue siendo la condición impuesta por la asamblea local de IU: que en el futuro ejecutivo local no participe Balbino Suárez, actual concejal de Obras.

El concejal de IU Gumersindo Cuervo asegura que los contactos se mantienen y que «todo es negociable», aunque la asamblea de su partido quiere forzar la retirada de Balbino Suárez, a quien considera uno de los culpables del «desgobierno actual» que tanto critican IU y PSOE en los plenos.

La sombra de la moción de censura planea sobre el Ayuntamiento de Valdés desde hace meses, una vez que se constataron las diferencias entre el edil de URAS y sus socios de gobierno, Foro y PP. La situación del ejecutivo se complicó aún más después de que abandonase el grupo casquista Noelia Méndez, que dejó a sus ex compañeros sin mayoría. Además, ya se ha hecho habitual que Balbino Suárez vote en contra del criterio de sus socios.

En un principio, esas votaciones perdidas habían sido sobre temas menores, pero en el último pleno URAS votó contra el presupuesto de 2013 elaborado por el concejal de Hacienda, el popular Carlos Adaucto Iglesias. El concejal de Obras se quejó de la falta de recursos asignados a su departamento y aseveró que necesitaba al menos el doble. El alcalde, José Modesto Vallejo, se planteó entonces retirarle las competencias, pero finalmente no lo hizo. Tampoco se sometió a una cuestión de confianza, un instrumento que prevén las reglas democráticas merced al cual la corporación debe elegir rechazar al alcalde o mantenerlo en su puesto y aceptar las cuentas por él presentadas.

El PSOE entiende que el actual alcalde no tiene «liderazgo» para dirigir el gobierno local. Mientras, el enfrentamiento entre URAS y Foro es cada días más evidente. El concejal renovador asegura que se siente «solo» cuando se trata de poner en marcha medidas «lógicas». El alcalde, por su parte, repite durante los dos últimos años que no existe crisis de gobierno y que las diferencias entre su partido y URAS son salvables. De hecho, continúan juntos pese a las amenazas de Suárez, quien pocos meses después de rubricar el pacto con FAC y PP ya hizo públicas sus diferencias.

La pelota está ahora en el tejado de IU. La asamblea de la coalición ya expresó que prefiere que continúe el gobierno de la derecha a contar con Balbino Suárez en un hipotético ejecutivo de centro-izquierda.