Ana Alonso empezó a escribir de niña, pero sus trabajos no salían a la luz. Los escondía. Con 13 años guardaba las libretas con sus apuntes, sus historias y sus poesías. "Me daba como vergüenza", confesó ayer a los alumnos de quinto y sexto de Primaria de los colegios de Castropol y Vegadeo. Aquella inseguridad se resolvió con un viaje. Un concurso de poesía llamó su atención. Se presentó al certamen porque en juego estaba un viaje gratis a París. Aquel fue como el inicio de su carrera. No demasiado tiempo después publicó su primer libro, con 19 años, y hoy vive de escribir, muchas veces para un público infantil y juvenil. Su libro "Una mano en la piedra" es este año de lectura obligada para los colegios de Castropol y Vegadeo. Por este motivo ayer participó en el VI Foro Comunicación y Escuela, el prestigio proyecto educativo del instituto de Vegadeo.
Daniela Moralés fue una de las alumnas que conversó con Ana Alonso. Le contó que escribía sus historias y casi le pidió consejo para el futuro. "Trabajad duro por lo que queréis y no dejéis que nada os desanime", contestó la escritora. La autora dijo que dedicarse a escribir es duro, "no imposible". "Siempre dije que quería ser escritora, pero pensaba que eso sería imposible, que la profesión estaba reservada para personas influyentes". Años después comprobó que ella era una de las elegidas. En la Casa de Cultura de Vegadeo, y como respuesta a una pregunta de la alumna Rita Fernández, dijo que "no es tan difícil" vivir de publicar libros. Eso sí, "es un proyecto a largo plazo". "Publicar un libro puede llevar tres años", añadió, y no "se puede publicar en seis meses ni de hoy para mañana".
La sesión en la que participó Ana Alonso duró algo más de una hora y concluyó con aplausos y colas para firmar libros. La literata no dejó pasar la oportunidad para comentar a los alumnos cuáles eran sus autores favoritos. Julio Cortázar, Ernesto Sábato, José Luis Borges y Henry James están entre ellos. También aconsejó la lectura de "Guerra y paz" y "En busca del tiempo perdido".
