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Positiva Rosa Fernández

La montañera asturiana transmite a los alumnos de Vegadeo las dificultades del alpinismo y un mensaje optimista para afrontar los problemas

Alumnos asistentes al acto. gustavo garcía

Una lección de positivismo, solidaridad y entrega fue lo que recibieron ayer los alumnos del instituto Elisa y Luis Villamil de Vegadeo de la montañera canguesa Rosa Fernández. "Quiero transmitir esta ilusión y las ganas de hacer las cosas que yo tengo, y que todos deberíais también tener", comenzó Fernández, siempre con una sonrisa. "No todos los días tenéis la oportunidad de estar frente a la mejor deportista de Asturias, no sólo como profesional, sino también como persona", aseguró de ella el periodista José Luis López del Valle, moderador del coloquio.

Rosa Fernández, cuyas gestas en la montaña tan sólo son superadas por su compromiso con la sociedad, trasladó al auditorio anécdotas de sus viajes, sus mejores sensaciones en el camino hacia la cumbre y también los malos momentos vividos en la práctica del alpinismo. Situaciones duras que, como ella reconoció, cambian el modo de ver la vida: "Cuando llegas a casa de una expedición y abres el grifo y sale agua, lo valoras muchísimo. Se debe pasar por situaciones difíciles para poder valorar lo que tenemos", sostuvo.

La canguesa aseguró que el éxito en su deporte se saborea una vez que se vuelve al campamento. "Cuando estoy en la montaña, mi principal preocupación es llegar al punto más alto. Y luego bajar, ya que es la parte más peligrosa". También explicó su estrecha relación con los sherpas, a los que "considero unos compañeros de viaje, confío en ellos". Su primer "ocho mil" fue en Paquistán: "Guardo un gran recuerdo, no salió todo perfecto y cambió mi forma de pensar". Preguntada por si su condición de mujer ha supuesto más dificultades en este deporte, Rosa Fernández explicó que "cuando estás en la montaña eres uno más, no hay distinciones".

Sobre sus futuros proyectos, Rosa Fernández indicó que viajará hasta la cordillera del Atlas, en África, donde recorrerá 10.000 kilómetros con el club de bicicleta de montaña para mujeres que fundó, en una expedición con fines solidarios: "Cada kilómetro se convertirá en un euro, que donaremos a la investigación para la lucha contra el cáncer", señaló.

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