El sector minero en el Suroccidente pende de un hilo y mira hacía la mina de Cerredo, una explotación que actualmente cuenta con 190 trabajadores y que en 2013, cuando era explotada por Coto Minero Cantábrico, ya pasó por una la liquidación. A finales de 2014 el empresario Rodolfo Cachero, actualmente en busca y captura por fraude fiscal, cogía las riendas de la mina con la empresa Astur Leonesa.

Sin embargo, a principios de este año la situación comenzó a complicarse para la firma, que presentó el concurso de acreedores voluntario en enero y en lo que va de año la falta de compra de carbón abrió de nuevo en el horizonte la posibilidad de pasar por otra liquidación, a la espera de las reuniones con Endesa.

Por la liquidación optó el empresario Victorino Alonso en mayo con su compañía Uminsa, que explotaba la mina de Pilotuerto en Tineo, con 40 trabajadores.

Mientras tanto, en Cangas del Narcea continua trabajando Carbonar, en Vega de Rengos, con un centenar de empleados.