El gobierno de Valdés espera que las casetas de las playas urbanas de Luarca se retiren en los próximos días. El Alcalde, el socialista Simón Guardado, ha hecho un llamamiento a los propietarios de estos vestuarios que todavía se mantienen, especialmente en la playa tercera o Salinas. "No hemos sido estrictos con los plazos, pero la temporada de baños ya se acabó y ahora toca retirarlo todo", indicó el regidor.

El bando municipal que se colgó a principios del verano establecía que las casetas no podían estar en los arenales a partir del 15 de septiembre. Pese a ello, el gobierno intentó comprender las situaciones particulares de los diferentes propietarios y, llegada la fecha límite, amplió el plazo. "Lo que ocurre ahora es que estamos a mediados de octubre y si la Demarcación de Costas nos da permiso para tener estas instalaciones en verano, conviene respetar los tiempos", señaló Guardado.

Las casetas fueron motivo de polémica en 2008, cuando los trabajos de estabilización del talud obligaron a retirarlas de forma definitiva. Un año más tarde, se estrenó un nuevo proceso. El Ayuntamiento permitía la instalación, pero con condiciones. Los dueños tienen que pagar un canon todos los veranos y están obligados, entre otras cosas, a pintar las casetas de los colores típicos y mantener el entorno limpio.

Igualmente, no es posible anclar las instalaciones al suelo y el propietario se tiene que hacer cargo de su colocación y de su retirada. El Ayuntamiento también instala sus propias casetas que, en caso de necesidad, pueden ser utilizadas por los bañistas.

La imagen de las casetas de colores de las playas de Luarca es una de las estampas turísticas más singulares de Valdés. Por este motivo, el Ayuntamiento decidió articular un procedimiento para poder disponer de los vestuarios. Todos los años se amplía el número en función de la demanda. Se suelen instalar unas 200. La mayor parte se encuentra en la playa tercera. Son especialmente útiles para las personas de más edad y para las familias con niños.