El Nazareno desafía la lluvia (protegido con su impermeable) y llena el centro de Luarca de devoción

"Yo no recuerdo que se haya suspendido nunca y tenemos salido con temporales terribles", cuenta la luarquesa Teresa García

El emocionante momento en que el Nazareno sale de la iglesia Santa Eulalia de Luarca para iniciar la procesión por Luarca

Ángela Rodríguez

El Nazareno atravesó Luarca en su regreso a la capilla de La Atalaya, acompañado por cientos de devotos. Pasadas las nueve y media de la noche salió la talla de la iglesia de Santa Eulalia, acompañada por una multitud silenciosa y la música de la banda local La Lira. Dada la jornada lluviosa, la Real Hermandad del Nazareno optó por proteger la talla con su impermeable transparente y no se equivocó ya que a ratos la lluvia fue más intensa. Esta es la procesión más multitudinaria y querida de la Semana Santa de Luarca y, pese al tiempo, no falló a su cita.

“Yo no recuerdo que se haya suspendido nunca y tenemos salido con temporales terribles”, cuenta la luarquesa Teresa García. Su familia, conocida como García Paredano, ha participado históricamente en la cita valdesana y, de hecho, siempre han llevado la primera de las cruces que acompañan al Nazareno. Se conoce como cruz del calvario, se guarda todo el año en la iglesia de Santa Eulalia y encabeza la comitiva. En la actualidad, la porta su hijo Luis. Detrás van una veintena de cruces de diferentes familias de Luarca y todas por orden de antigüedad. De tal manera que la más antigua va pegada al Nazareno. “Nadie se salta el orden y son cosas que quizás se desconocen”, cuenta García.

Esta mujer cuenta que las procesiones en Luarca están “muy arraigadas” y que se vive como una tradición que se transmite de generación en generación. Quien sabe mucho de tradición es Pablo Gutiérrez, luarqués de 62 años. «Es un sentimiento que tienes desde pequeño, lo vivimos como algo muy tuyo. Yo desde pequeño recuerdo salir en procesión», relata Gutiérrez, que es el actual tesorero de la Hermandad. A su juicio, la Semana Santa luarquesa «sigue viva». De hecho, añade, este año fue uno de los que menos problemas tuvieron para encontrar gente dispuesta a portear las imágenes.

Los actos religiosos continúan hoy, Viernes Santo. A las cuatro de la tarde en la iglesia Santa Eulalia se celebrará la Pasión del Señor, con la participación musical de la coral Villa Blanca. A las ocho de la tarde tendrá lugar la procesión del Santo Entierro, en la que sale, entre otras imágenes, la urna del Cristo yacente. Y mañana, sábado, tendrá lugar la procesión más madrugadora e íntima de la Semana Santa luarquesa. La procesión de La Soledad saldrá a las ocho de la mañana de la iglesia y transitará hasta La Atalaya.