La escuela de Valdepares cumple cien años y así lo están celebrando en este centro franquino

La escuela de Valdepares cumple cien años y el centro, con cuarenta y un alumnos, lo está celebrando de diferentes formas para que una efeméride tan especial no pase desapercibida. Una de las más llamativas es la recuperación y posterior recreación de las tradicionales imágenes que antaño se tomaban a los escolares. Las fotos, tomadas por Gilberto Sánchez en un escenario preparado por las familias, se están mostrando estos días en las redes sociales del centro con muy buena acogida. Además, siguen recopilando fotos antiguas y también materiales con idea de crear una gran exposición que ponga el broche final al aniversario.

De hecho, las fotos recreadas por Gilberto Sánchez se hicieron con materiales cedidos por la familia de una antigua maestra, Doña María, que guardaba aún libros y mapas antiguos. “Nos gustaría hacer una exposición con todo y también tratamos de encontrar documentación antigua para reconstruir la historia del centro”, precisa su directora, la franquina Noemí Berdasco.

Berdasco explica que no saben con exactitud la fecha de apertura de la escuela, pero sí que empezó a funcionar en 1924 y que fue posible gracias al capital enviado por emigrantes a América y a la implicación del pueblo, que no solo aportó fondos sino que puso la mano de obra necesaria para levantarla en una finca cedida por la Familia Campoosrio, que por aquel entonces vivía en el palacio de Fonfría. Antes de la apertura de este centro los niños de la parroquia de Valdepares iban a una escuela que se ubicaba en San Pelayo.

La nueva escuela funcionó de manera ininterrumpida hasta 1974, cuando se abrieron los conocidos como centros de concentración, que conllevaron el cierre de pequeñas aulas diseminadas por los pueblos. En este caso, los alumnos pasaron al recién estrenado colegio de La Caridad, que precisamente este año alcanza su medio siglo de vida.

 “Nuestra escuela estuvo diez años cerrada, hasta que una generación numerosa de niños de Valdepares propició la unión de las familias, que presionaron para lograr su reapertura en el curso 1984-1985. Fue un ejemplo porque muchos otras escuelas pequeñas no volvieron a abrir”, cuenta Berdasco, orgullosa del empuje de sus vecinos. Ella, también exalumna, muestra el orgullo de una comunidad educativa que este año ha vuelto a ser ejemplo de compromiso con su centro educativo.

La decisión de Educación de recortar una unidad educativa del colegio motivó una campaña ciudadana que logró revertir el recorte de cara al próximo curso y también mostrar el orgullo colectivo por un colegio que, un siglo después, sigue muy vivo. “La verdad es que está siendo un buen año porque todo el mundo está involucrado con el centro y eso, al final, presta porque ves que hay mucha gente dispuesta a echar una mano”, subraya Berdasco, que encara el próximo proceso de matrícula con buenas expectativas.