Que Eduardo Zaplana y Angel Acebes, sobre todo éste último, eran un lastre para el PP, resultaba evidente. Ambos estaban abrasados políticamente, Zaplana porque llevaba cuatro años dando la cara con una estrategia política a todas luces equivocada, y de la que no era él ni mucho menos el único responsable. Acebes porque debería de haber dejado el primer plano de la política al día siguiente de que el PP perdiera las elecciones del 2004. El era el ministro del Interior cuando los españoles sufrimos la masacre del 11 de marzo, y solo por eso, debería de haberse retirado a un segundo plano.

Pero no sería justo decir que lo mal que lo ha hecho el PP en éstos últimos cuatro años es solo responsabilidad de ellos. El jefe, su jefe, se llama Mariano Rajoy, el hombre elegido por el dedo de Aznar para sucederle al frente del PP. Es evidente que Aznar se equivocó decantándose por Rajoy en vez de por Rodrigo Rato, como es evidente que Mariano Rajoy está sumiendo a su partido en una agonía insoportable al empeñarse en ser el líder de la derecha española.

El problema hoy del PP se llama Mariano Rajoy, el tercero en discordia de esa foto fija que los ciudadanos vimos durante la pasada legislatura y en la que estaban presentes además de Rajoy ,Acebes y Zaplana.

Hoy Mariano Rajoy es un líder cuestionado por amplios sectores de su partido por más que el personalmente éste forzando adhesiones de los "barones" regionales, hasta extremos que resultan patéticos. No obstante el problema que tiene el PP no es fácil, porque si Rajoy se marcha de inmediato su partido quedaría descabezado en el Congreso de los Diputados, y cuatro años sin el líder de la oposición en el Congreso sin duda tendría consecuencias para el PP, pero también para los ciudadanos puesto que el PSOE podría seguir haciendo lo que le viniera en gana al no tener oposición.

De manera que los males del PP parecen de difícil resolución, si Rajoy se marcha y se elige un nuevo líder éste no parece que éste en las filas del grupo parlamentario por tanto los populares se quedarían descabezados. Y si se queda va a tener que soportar durante cuatro años los ataques directos o intermitentes de quienes aspiran a sucederle por un lado, y de quienes no aspirando a sucederle sin embargo creen que no es el hombre para liderar la derecha española.

Quizá la única solución que tiene Rajoy es tirar por la calle de en medio, es decir dejar claro a su partido que se queda como presidente, y que un año antes de las elecciones generales, convocará primarias" para elegir candidato a la presidencia del Gobierno, sin tener que renunciar a presentarse él mismo a esas "primarias". Esta sería la única manera de de calmar las aguas y abrir una expectativa de futuro..

Y es que se mire por donde se mire, cuanto más jefe se es más responsabilidad se tiene en lo que pasa, y haber perdido dos elecciones generales, ser contestado por buena parte de su partido, y haber hecho una oposición histriónica, son responsabilidad sobre todo de Mariano Rajoy, lo mismo que haberse empeñado en aparecer en la foto con Acebes y Zaplana. Las cosas como son, el problema del PP se llama Mariano Rajoy.