Resulta curioso el empeño que tienen algunos políticos en crear problemas donde no existen. O en inventar asuntos que causen malestar en el vecindario. Es mal general en nuestro país, y Gijón no se va a escapar de él. El último ejemplo lo han dado varios partidos del Pleno de Gijón, que han aprobado dar el nombre de José Manuel Palacio, primer alcalde gijonés del actual periodo democrático, a la calle de La Merced, una de las más emblemáticas del centro de la ciudad.

La reacción vecinal ha sido, como cabía esperar, de frontal oposición al acuerdo y de irritación por la forma en que fue tomado, sin una sola consulta y sin un aviso previo, en un trágala muy mal visto en los tiempos que corren. Las molestias que causa al vecindario el cambio de denominación de una calle son enormes, y lo saben bien miles de gijoneses que vivieron la renovación del callejero en los primeros años de la nueva etapa política.

Los cambios de entonces eran comprensibles por razones de muy diverso tipo y fueron aceptados por la inmensa mayoría de los afectados. En el caso actual las circunstancias son muy distintas. José Manuel Palacio es una figura relevante de la política local. Su valiente "no" en un Pleno municipal al envío de un telegrama de pésame a la familia Franco tras la muerte del general fue un aldabonazo y una apuesta por la democracia en aquellos días confusos. Concejal por el tercio sindical, fue el azote de alcaldes en los finales del franquismo. Captado luego por los socialistas, fue elegido alcalde en las elecciones de 1979 y reelegido en las siguientes. Una histórica asamblea del PSOE de Gijón lo descabalgó de una nueva candidatura ya que significó la aparición de Vicente Álvarez Areces en la vida política local. Desengañado de sus excompañeros, formó una candidatura, Unidad Gijonesa, y logró tres concejales. Su dimensión política fue diluyéndose.

Los intentos de usar la figura de José Manuel Palacio para desgastar al PSOE local no son nuevos. No hace tanto Foro de Gijón quiso dar el nombre de Palacio a la avenida de El Llano. La reacción vecinal obligó a archivar el intento. Ahora, por inspiración de un concejal de la marca local de Podemos que compartió lista de Unidad Gijonesa con el desaparecido alcalde, el Ayuntamiento ha vuelto a la carga con los votos de Foro, Xixón Sí Puede e IU. Muchos de los votantes de la moción saben que Palacio sería el primero en oponerse a los honores y se avergonzaría del esperpento que se está montando. Está claro que el nuevo paso es otro intento de dar una patada al PSOE en los traseros de los vecinos y comerciantes de la calle de La Merced. Los votantes de la moción lo dejan patente.

Por lo visto, en las últimas horas los inspiradores de la propuesta, sin duda asustados por la dureza de la respuesta popular, hablan de aplazar el asunto. Un parche en una nueva prueba de la chapuza que se ha organizado alrededor de una figura que está por encima de la pequeña política. Todo Gijón sabe que el cambio de nombre de La Merced sería ficticio porque la ciudadanía no lo asumiría. José Manuel Palacio no se merece el esperpento que se ha montado a su alrededor.