El próximo viernes, día 8, se inaugura uno de los eventos más tradicionales y concurridos del verano gijonés, una convocatoria lúdico-cultural que se encamina a sus tres décadas de vida y sin la cual el atractivo veraniego de esta ciudad no tendría la misma relevancia. Con la llegada del "tren negro" cargado de autores literarios procedentes de distintos países se dará el pistoletazo de salida a la edición que hace el número treinta de uno de los referentes culturales no sólo locales, sino nacionales del mes de julio en este país.

Con el paso de los años y pese a su consolidación incuestionable, la "Semana negra" se ha convertido en una actividad itinerante, sin una ubicación fija. Las últimas ediciones se han celebrado en las viejas instalaciones del astillero de Naval Gijón, donde su presencia ha generado conflictos con los vecinos de la zona a causa de las molestias que esta iniciativa de horario nocturno provoca. Este emplazamiento, que reúne todas las condiciones para acoger un evento de estas características si no fuera por los perjuicios a la tranquilidad y el sueño de los habitantes de Poniente, no puede convertirse, sin embargo, en definitivo: el nuevo Plan General de Ordenación prevé un uso terciario para los terrenos del astillero, incompatibles con la presencia futura de carpas, tenderetes y chiringuitos.

Tras la experiencia fallida de la parcela que el Ayuntamiento habilitó en su día junto al campus de Gijón, en cuyo acondicionamiento se invirtieron 784.000 euros, cuya titularidad los tribunales reconocieron a la Universidad de Oviedo, no existe una propuesta clara para albergar la "Semana negra" con carácter definitivo.

Desde la última edición a la actual han surgido propuestas de una nueva ubicación para la "Semana negra", en vista de que, antes o después, con el nuevo desarrollo urbanístico que se avecina, el suelo naval tendrá otros usos. Ciudadanos ha propuesto llevar la instalación al recinto ferial "Luis Adaro", opción rechazada hace años por la existencia de una sentencia que impide instalar el evento a menos de 500 metros del edificio "Gacela", cuyos vecinos vencieron en un pleito cuando el ferial se situaba en el aparcamiento de El Molinón.

El PP, por su parte, propone la creación de un equipamiento municipal que acoja grandes eventos, sin molestias para los vecinos y dotado de las infraestructuras necesarias. El problema es dónde, aunque los populares avanzan en la búsqueda de terrenos en la zona rural del concejo.

De cualquier forma, la solución que se tome ha de ser consensuada, no sólo por los grupos políticos municipales con la organización de la "Semana negra", sino también con el movimiento asociativo y vecinal de la ciudad. Y mientras la futura ubicación -y definitiva- del evento no se resuelva, será necesario minimizar los impactos actuales de una celebración que cumple treinta años de vida y que debe seguir contando con apoyo social e institucional para cumplir al menos otros tantos más.