Los datos oficiales lo corroboran: Gijón vive su mejor verano turístico en años. La recuperación económica es evidente, con incremento del gasto vacacional, tras varias temporadas de contracción de la demanda turística, sobe todo la nacional, que es la que deja dinero en esta ciudad. Miles han arrivado a Gijón este verano, atraídos por su amplia oferta de ocio; también por su paisaje, por la calidad y variedad de su gastronomía, y por la hospitalidad de sus gentes. La ciudad se aproxima ya a las cifras del sector que eran habituales en los tiempos anteriores a la crisis. La estadística oficial lo confirma, como también los datos más recientes aportados por el Sistema de Información Turística de Asturias (SITA).

Resulta incuestionable que el turismo está llamado a convertirse en la principal actividad económica de esta ciudad. El sector de los servicios genera ya el 76 por ciento del Valor Añadido Bruto local y ocho de cada diez empleos. Sin embargo, el peso del comercio supera con creces al del turismo, ya que duplica en puestos de trabajo a la hostelería, una de las patas sobre las que se asienta el turismo local, y que pese a ello aporta menos empleo que el metal y la sanidad. Si como reflejan los datos estadísticos el turismo solo supone el 6 por ciento de la economía local y el 7,3 del empleo, está claro que se trata de un sector de enorme potencial con margen de crecimiento.

A Gijón le queda aún mucho camino por recorrer si pretende convertirse en uno de los referentes turísticos de la fachada atlántica, donde compite con ciudades con tanto potencial para la atracción de visitantes como Bilbao, Vigo, San Sebastián o Santander. Todas ellas adelantan a la villa de Jovellanos en número de turistas extranjeros recibidos. La llegada de visitantes procedentes de otros países es la gran asignatura pendiente de Gijón, pese a que cada año aumenta su número, si bien en cifras poco significativas.

Las instituciones públicas están obligadas a llevar a cabo un notable esfuerzo de promoción con el fin de proyectar la imagen de Gijón en el exterior como destino turístico de calidad, dentro de un mercado tan competitivo en el que quedarse atrás supone la dificultad para reengancharse. La apuesta no sólo ha de implicar al Ayuntamiento y al Principado: también a los empresarios del sector, que deben mejorar su competitividad, adaptarse a las nuevas fórmulas digitales de promoción de sus establecimientos para romper la estacionalidad que limita al verano el éxito de sus establecimientos y avanzar también en la formación y capacitación de los trabajadores del sector, donde la profesionalidad es esencial para ofrecer la imagen de calidad que cada vez con mayor insistencia demandan los clientes.