Carreña (Cabrales),

Rebeca AJA

En la nueva Casa Consistorial de Cabrales no hay sitio para salones. Ni tan siquiera para uno, el del Pleno municipal. Así que el máximo órgano de representación política del concejo cabraliego seguirá, unos años más, de itinerancia. Peregrinación que apunta una nueva sede de reuniones para este 2011, otra ubicación de titularidad pública, la Casa Bárcena, situada pocos metros calle arriba de los cimientos del derruido viejo edificio consistorial sobre los que actualmente se levanta un lozano inmueble con similar destino pero el cual seguirá careciendo de una estancia específica para las sesiones plenarias.

El asunto no deja de tener su punto de extravagancia, ese que hace suponer que cuando la Administración se mete en harina y decide tirar un edificio para empezar de cero uno nuevo, más grande, moderno, holgado y accesible, el resultado ponga remedio a faltas sonadas, como un salón de plenos. Pero la distribución de las tres plantas que tendrá la nueva edificación no parece dar para tanto. Pero el asunto tampoco parece revestir mayor importancia a tenor de las perspectivas del gobierno local, que ya ambiciona una obra complementaria «a medio plazo». La que permitirá ampliar otra vez el reconstruido edificio consistorial hacia el Este, proyecto de futuro que hará necesaria la adquisición previa de un terreno de titularidad privada donde levantar un espacio que pueda amparar el ahora inexistente salón de plenos y que quedaría anexionado a la Casa Consistorial por medio de una pasarela o túnel.

A corto plazo, los plenos municipales pasarán a reunirse en la Casa Bárcena, aunque de momento todo indica que la sesión plenaria prevista para este mes de febrero aún se celebrará en el local donde se han venido desarrollando estos últimos seis años: en una sala de la última planta del bloque situado a pie de la carretera general de Carreña de Cabrales conocido popularmente como «el edificio del Consejo Regulador», dado que el inmueble aloja las oficinas del órgano que controla la denominación de origen protegida del queso de Cabrales, además del centro de salud de Carreña en su planta baja.

En el nuevo edificio del Ayuntamiento de Cabrales no habrá salón de plenos, como tampoco lo hubo en el viejo, aunque en este último caso conviene precisar que la falta es relativamente reciente puesto que hasta aproximadamente el año 2004 el Pleno municipal tenía sala propia en la última planta de la Casa Consistorial, espacio que fue remodelado para adecuarlo como despacho de Alcaldía durante la última legislatura del anterior regidor, José Antonio Pérez Prieto (PP). Un despacho que viene ocupando desde junio de 2007 el actual regidor, José Vicente del Carmen Bustillo (PSOE), y que frecuentó durante su etapa de concejal (1999-2003) cuando aún era utilizado como salón de plenos.

Algún internauta no ha pasado por alto lo chocante que puede resultar una reconstrucción con carencias, más aún cuando la falta incumbe al lugar de reunión del órgano de máxima representación política local. Vaya, que hay quien opina que abrir un nuevo edificio sin salón de plenos «es casi como una casa sin cocina», refería un lector de la edición digital comentando la noticia de LA NUEVA ESPAÑA del pasado sábado, día 29, en la cual avanzaba que la reconstrucción del nuevo edificio no incluía crear un salón de plenos.