«Es una lástima que el Camino de Santiago esté tan descuidado en Llanes, porque discurre por unos parajes extraordinarios», señaló ayer la peregrina barcelonesa Laura García, al observar el estado de la ruta del Norte. Las tareas de mantenimiento brillan por su ausencia y la vegetación se está comiendo literalmente la senda costera en determinados tramos; por ejemplo, junto a la playa de San Antolín (conocida por los vecinos como Beón), en la localidad de Naves. No es el único problema en este punto: hace más de dos años, un argayo destruyó unos diez metros de la barandilla de la senda litoral. Allí sigue el desperfecto, ahora indicado únicamente con una cinta de obra. Asimismo, las escaleras por las que se accede desde la ruta jacobea a la playa presentan un estado de absoluto abandono.

El turista holandés Gerrit Waas destacó el peligro que la ausencia de barandilla supone para los caminantes, en especial para los niños. Tanto García como Waas subrayaron la «mala señalización» del Camino del Norte. «Tienes que andar buscando tú los indicadores», indicó la catalana. El austriaco Peter Purger dio la voz de alerta sobre la señalización española del Camino de Santiago: «Las señales están al revés». Subrayó que mientras que en Francia quien no halle una señal de la ruta a Compostela en cinco minutos es que se ha perdido, en España «sólo encuentras las señales buscándolas. Y a veces ni así», añadió el peregrino de Viena.

El plan de mejoras impulsado en junio por el Ayuntamiento de Llanes para mejorar los accesos a diferentes playas del concejo no alcanzó la senda costera de San Antolín. Mientras que en las playas de Toranda, Troenzo, Portiellu, Puertu Chicu, Toró, Ballota, Andrín y Cobijeru se repararon barandillas, escaleras, muros, senderos y accesos, en los accesos desde el Camino de Santiago a San Antolín y en la ruta misma ni siquiera se ha limpiado.

Tres peregrinas, dos vascas y una catalana, se quejaron asimismo del «mucho asfalto» que se encontraron en el Camino del Norte. «Hay demasiados tramos asfaltados y eso destroza los pies», indicó una de las caminantes. El murciano Fernando López, además de incidir en el «abandono general» que presenta el Camino en Asturias, se quejó amargamente por la presencia de «turismos y furgonetas» en tramos de la ruta a Compostela que «se supone que son peatonales. Al menos, eso es lo que ponen las señales».