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El cabrales asombra

La temperatura de la cueva, el nivel de humedad y la cantidad de leche necesaria para elaborar las piezas sorprenden a los turistas: "La visita se hace corta"

Los hermanos Pablo y Miguel Villanueva, durante la visita guiada, ayer, en Arenas. EMILIO G. CEA

"Una gran experiencia". "No me imaginaba que hacer un queso de Cabrales fuese tan complicado". Fueron algunas de las frases que ayer pronunciaron las personas que, de manera gratuita y durante toda la mañana, con motivo de las actividades previstas por la celebración del XLV Certamen del cabrales, se pasaron por la Cueva Exposición del Cares, situada en Arenas. Los visitantes no se perdieron detalle de las explicaciones de la guía Maite Gómez.

Todos ellos mostraron mucho interés por conocer al detalle las tres patas que hacen del manjar nacido en las entrañas de los Picos de Europa, el queso azul más importante del mundo, según los expertos. Paisaje, paisanaje y ganado integran esa triada. Datos como los de que la temperatura de las cuevas donde madura el cabrales oscila entre los ocho y doce grados, además de tener una humedad del noventa por ciento, sorprendieron a más de uno, así como la cantidad de leche utilizada para dar forma a este famosísimo queso. "No tenía ni idea de que los quesos de mezcla tan sólo tienen un porcentaje de leche de cabra y oveja del cinco por ciento, siendo el resto de vaca. Pensaba que estaban más equilibrados", indicó uno de los visitantes.

Las zamoranas Almudena Burrieza y su hija Laura Calvo visitaron la cueva por primera vez. "Me ha parecido todo muy interesante. La visita se me ha hecho incluso corta", indicó Laura Calvo. Ambas pasan la semana en el concejo de Cabrales. "Mi marido trabaja aquí y hemos venido a unos días de vacaciones", indicó Almudena Burrieza. Madre e hija aprovechan al máximo el programa festivo diseñado por el consistorio cabraliego con motivo de la semana cultural del cabrales. "Hemos estado en el mercáu tradicional y mañana (por hoy) participaré en el taller de elaboración del queso para niños. Nos lo estamos pasando muy bien", aseguró Laura Calvo.

Los hermanos de la localidad riojana de Torrecilla en Camas Pablo y Miguel Villanueva Espila de 13 y 11 años, respectivamente, fueron los que más aprovecharon la visita. Con los ojos como platos no perdieron ni un solo detalle de las explicaciones de la guía. Ambos visitan estos días el concejo en compañía de sus padres María Ángeles y Pedro Villanueva. De Torrecilla en Cameros a Cabrales con el producto más internacional del oriente como excusa.

"Nos ha encantado la visita. Hemos aprendido un montón de cosas sobre el queso de cabrales", aseguraron al unísono ambos hermanos. La parte de la visita a la cueva donde vieron con sus propios ojos la zona donde reposan los quesos fue, según sus propias palabras, lo que más les impactó. "No tenía ni idea de que el queso pasase por una cueva antes de poder comerlo. Es una gran idea", señaló Pablo Villanueva. A Miguel le sorprendió la parte del museo donde se pueden ver los utensilios que utilizan los pastores. Tras la visita a la cueva, finalizada con una degustación de queso y crema de cabrales, ambos tienen muy claro lo que llevarán en la maleta. "Nos ha gustado mucho el sabor del queso y queremos llevarnos uno", indicaron. Su padres se marcharon de la Cueva del Cares muy satisfechos. "Nos ha parecido muy interesante como está montado el recorrido y la gente", manifestó María Ángeles Espila.

Pedro Villanueva asegura que todos los miembros de la familia son grandes amantes de los quesos en general, y del cabrales en particular. "Nos iremos a La Rioja con queso de cabrales para nosotros y para la familia", dijo. Tras la visita a la cueva del Cares tomaron ruta rumbo a Poncebos para hacer la ruta del Cares. El domingo, antes de que sus vacaciones concluyan, prometen asistir al certamen del queso más famoso de Asturias.

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