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Llanes, en la élite de la cocina española

Pedro Noriega, de 30 años, competirá el próximo mes de enero en el certamen gastronómico Madrid Fusión por ser el cocinero revelación de 2016

Pedro Noriega y Marisa Mijares en su restaurante de Celoriu, ayer. E. G. CEA

Con enorme satisfacción y con energías renovadas para seguir haciendo de su profesión, su pasión. Así ha recibido el cocinero llanisco de treinta años Pedro Noriega, la noticia de que, a finales del próximo mes de enero, optará al prestigioso galardón de cocinero del año que se otorga por décimo quinto año consecutivo en el certamen culinario Madrid Fusión. "No me esperaba para nada la nominación", señaló. Noriega, nacido en la localidad de Cue, regenta junto a su esposa, Marisa Mijares, desde abril de 2014, la sidrería restaurante "Castru el Gaiteru", situado a escasos 100 metros de la playa de Las Cámaras, en Celoriu. Junto a cinco cocineros, de Jaén, La Coruña, Ibiza, Alicante y Barcelona competirá por ser el cocinero revelación del año en nuestro país. La nominación a este premio es ya de por sí un reconocimiento a su meteórica y ascendente carrera.

Noriega sostiene que lograr tan prestigiosos galardón supondría un gran impulso para su negocio, con vistas a hacerlo más conocido fuera de Asturias. "Supondría un gran reconocimiento al trabajo que venimos realizando aquí tanto mí mujer, como encargada de sala, como yo. Nosotros trabajamos para los clientes aunque no deja de ser agradable que se reconozca tu trabajo con un premio como este", aseguró.

En Madrid Fusión tomará parte, junto al resto de nominados para el premio al cocinero del año, en una demostración en la que preparará una emulsión de mejillones en escabeche con merluza a la romana. Formado en la prestigiosa Escuela de Hostelería de Llanes de la mano de profesores como Jaime Llano, Javier Valdés o Ibón Uranga, fue compañero de promoción de Ricardo González Sotres, del restaurante El Retiro, el primer cocinero llanisco con estrella Michelin. "Allí me enseñaron la base de la cocina, muchas cosas sobre la vida y a ser un paisano. Éramos un grupo muy pequeño de unos siete alumnos. Era como una familia", señaló. Sus primeros pasos en la cocina los dio, siendo un niño, en el restaurante Migal de Cue, que regentaba su tía. "Lo que empezó siendo una especie de juego, pasó a ser una forma de vida", indicó Noriega.

Tras concluir sus estudios en Llanes pasó a formar parte del equipo de José Antonio Campoviejo en El Corral del Indianu, de Arriondas. "Antes de empezar las prácticas me ofrecí para trabajar allí los fines de semana. Le conocí en un concurso de preparación de lubina en la Escuela de Hostelería de Pravia, que gané. Con él aprendí a amar a la profesión", recuerda. Pedro Martino, con quien trabajó en Oviedo, fue otra de sus referencias en el complejo y competitivo mundo de la cocina. "El mejor consejo que recibí en mi vida fue cuando me dijeron que disfrutara con lo que hiciese. Es una profesión muy dura que requiere mucho sacrificio y muchas horas de trabajo pero es lo que me gusta hacer", resaltó.

Los pescados a la brasa, la carne a la parrilla y creativas tapas son las especialidades de este joven cocinero llanisco, en cuyos fogones se cuece el premio al cocinero revelación del año en nuestro país.

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