Las pruebas de diagnóstico que hoy comienzan en varios institutos y colegios asturianos y que vienen a sustituir a la reválida de cuarto de la ESO y sexto de Primaria "son buenas para el centro y sus posibilidades de mejora" y por eso el llamamiento que algunas asociaciones de madres y padres de alumnos a la insumisión "no tiene sentido", aseguró el consejero de Educación, Genaro Alonso, ayer, durante su visita a Ponga. "La prueba no tiene valor de calificación ni está vinculada a la obtención del título. Tiene carácter muestral y a la postre llegará al centro un informe global de planes de mejora", señaló Alonso, que tiene previsto que la prueba, que ahora se realiza de forma aleatoria, se celebre en todos los centros en un plazo de tres años.