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Plan riosellano: las asignaturas pendientes

El PGO deja en el aire deficiencias históricas del urbanismo local, como las naves de La Güertona o la masificación de la Cuevona de Cueves

Plan riosellano: las asignaturas pendientes

El Plan General de Ordenación (PGO) Ribadesella, cuyo documento de aprobación inicial modificado se encuentra expuesto al público (hasta el 23 de octubre), estudia y aborda la mayoría de los grandes problemas del concejo y lanza propuestas de soluciones, algunas detalladas y otras genéricas. Pero también deja en el aire, sin ni siquiera citarlas o pasando muy por encima, algunas de las "asignaturas pendientes" de la ordenación territorial del municipio; cuestiones "históricas" para las que no se aportan soluciones, igual que ya sucediera en los planeamientos de 1984 y 1997. Son, por ejemplo, la Cuevona de Cueves, las naves de La Güertona, el Camino de Santiago en la capital del concejo, el antiguo barrio de Pescadores, la antigua cantera de El Picu o el saneamiento de la zona oriental, anunciado a bombo y platillo en 2015 y del que nunca más se supo.

La Cuevona de Cueves. Es una gruta grandiosa, espectacular, con enormes estalactitas y estalagmitas, por cuyo interior discurre una carretera que supone el único acceso rodado que conecta el pueblo de Cueves con el resto del mundo, y que por ello se ha convertido en uno de los principales focos de atracción turística del concejo. En Semana Santa y el verano se producen auténticos atascos. La carretera es estrecha y sinuosa y justo antes de la gruta solo existe una pequeña área de aparcamiento, insuficiente en épocas vacacionales, con muy mal acceso. Pese a que es una zona de especial protección, la circulación de vehículos está permitida en el interior de la Cuevona, lo que unido a que gran parte de los visitantes atraviesan la gruta caminando supone riesgo de atropellos. El Plan General no aborda este problema.

Las naves de La Güertona. Es un problema heredado de los años sesenta y setenta, cuando se construyeron varias naves en la zona. El núcleo tiene unos 10.000 metros cuadrados, de los cuales 4.000, de distintos propietarios, están dedicados a talleres, cooperativas, hostelería... Las naves son un auténtico problema que nadie hasta ahora ha sabido resolver y que resulta aún más complejo porque buena parte de ese suelo está afectado por la servidumbre de Costas y por la Zona de Especial Conservación (ZEC) Ría de Ribadesella-Ría de Tinamayor. El Plan General, como los de 1984 y 1997, elude la cuestión y mantiene esa zona dentro del núcleo rural de La Güertona.

El Camino de Santiago. El PGO propone elaborar un plan especial de protección para impedir, como ocurre en la actualidad, que todas las licencias tengan que pasar por el Consejo de Patrimonio. Pero también para "evitar la degradación de su entorno inmediato". La Ruta a Compostela y su entorno de afección ocupan en el concejo 1,3 millones de metros cuadrados de suelo. El PGO sugiere "pequeñas intervenciones para ponerlo en valor" y "ordenar el ámbito". Según el trazado recogido en el PGO y por la Consejería de Cultura, el Camino de Santiago pasa en la villa riosellana por El Portiellu y la calle Marqueses de Argüelles, hacia el paseo de la Grúa, donde se embarcaba antiguamente. Pero debería figurar otro recorrido, el "histórico": por las calles Oscura, Infante, plaza de la Reina María Cristina, plaza de la Iglesia, Manuel Fernández Juncos, para proseguir por Manuel Caso de la Villa hacia la antigua zona de embarque. Existe también -y sí figura correctamente en el PGO- el trazado "moderno", que cruza la ría del Sella por el puente.

El saneamiento de la zona oriental. No hay. Los vecinos de Collera, Meluerda, Camangu, Toriellu y Cuerres (casi 800 habitantes) solventan por su cuenta el problema del vertido de sus aguas residuales de distintas formas: fosa séptica, pozo negro o vertiendo directamente al medio. El PGO se olvida por completo del proyecto de saneamiento de la zona oriental del concejo, impulsado por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, que en el año 2015 adjudicó en 101.000 euros la asistencia técnica para la redacción del proyecto: 10 kilómetros de nuevos colectores para llevar los vertidos esos cinco pueblos al bombeo existente detrás de la Casa del Mar, y de ahí a la depuradora de La Mediana. El objetivo era en 2015 que la infraestructura sirviera para asumir, cuando menos, una población futura de hasta 1.100 habitantes. El PGO propone algo distinto: incluir las aguas de Collera en la red general de la margen derecha del Sella, con una conexión en la zona de La Rozada, mientras que para los demás pueblos de la zona, por su relativa proximidad al polígono de Guadamía, plantea "la realización de una red general que lleve el agua a la depuradora de la zona industrial". Esto implicaría "una mejora y mayor dimensionamiento de las instalaciones de la depuradora del polígono", necesaria por el crecimiento previsto en ese suelo industrial. No obstante, habría que tener en cuenta, por un lado, la capacidad de absorción del río Guadamía, y por otro los condicionantes topográficos, pues esos cuatro pueblos se encuentran a unos 50 metros de altitud, mientras que el polígono se localiza en torno a los 100, lo que obligaría a habilitar instalaciones de bombeo. Las expropiaciones necesarias para acometer este proyecto aumentan la complejidad de su ejecución: previsiblemente atravesará Oreyana, así como la zona frente a la estación de Feve y travesía de la AS-263, hasta cruzar la N-632 hacia la altura de la nave de Albo, para a continuación conectar con el bombeo existente junto a la Casa del Mar, atravesando la vía de Feve en esta zona. Complicado, farragoso.

La cantera de El Picu. En esa zona, situada entre la N-632 y la carretera a La Güertona existen unas naves. Se han registrado importantes desprendimientos, uno de los cuales provocó severos daños en una nave, tras caerle encima una roca de 40 toneladas. De esta zona salió el material para rellenar La Juncalera o La Xuncalera. El Plan General no dice nada sobre esta área degradada, a pesar de la mala imagen que ofrecen en una de las entradas a la villa, de la situación de peligro existente y de que algunas voces proponen habilitar allí un aparcamiento.

El antiguo barrio de Pescadores. Un problema de difícil solución. Es un área clasificada como urbana, situada entre la plaza de Santa Ana y el acceso a La Guía, muy cerca de la lonja, integrada por parcelas pequeñas y estrechas, donde estaban las antiguas casas de los pescadores. La principal dificultad para el desarrollo urbanístico de esta zona de la capital del concejo es la enorme pendiente que presenta, que hace muy difícil construir allí. Los propietarios llevan años reclamando sus derechos urbanísticos, pero nadie les ha dado hasta ahora una solución. El futuro Plan General tampoco entra en ello. En su día, nadie planteó incluir esa zona junto a las colindantes en una unidad de actuación, con el preceptivo reparto de cargas y beneficios. En los años setenta se construyeron los bloques que dan al muelle y los legisladores dejaron en el más absoluto abandono esa zona, que se ha convertido en una auténtica cloaca en el centro de la villa, oculta y sin vistas, situada entre edificios de pisos y la "pared vertical" que supone la ladera del monte Corberu.

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