Un total de 400 toneladas de desperdicios entre troncos de madera, piedras y otros materiales. Eso es lo que los operarios encargados de la limpieza de la playa riosellana de Santa Marina estiman que van a retirar para preparar así este importante punto turístico para la Semana Santa.

"Hubo años de más, pero desde luego este año la playa está peor que el pasado", dice uno de los operarios. Y es que cuentan que los continuos temporales que se han dado en la costa oriental asturiana durante este invierno. Así, han depositado en la playa muchos más sedimentos que en la misma época del año pasado. Algunas de las personas que paseaban ayer por el paseo que discurre paralelo al arenal opinaban que ven la arena más o menos como otros años, pero los operarios advierten que "no sólo hay que retirar lo que se ve, también todo lo que está enterrado", ya que las fuertes marejadas han movido la arena, ocultando así parte de los sedimentos.

Los encargados de la limpieza se están dando prisa y esperan acabar a mediados de la semana que viene con las labores, sobre todo porque la playa tiene que estar en perfectas condiciones para las carreras de caballos que en ella se van a organizar los días 30 y 31 de abril, un evento ya típico de la Semana Santa riosellana.

Además también se van a arreglar los tramos de barandilla del paseo que quedaron dañados por los diferentes temporales y se va a proceder a pintarla para que luzca su mejor cara ante los turistas.