Carmen Fernández y María Ángeles Prieto, "mujeres del año" de Cangas de Onís

El evento se desarrollará este viernes, a las siete de la tarde, en la Casa de Cultura

Las dos "Mujeres del año" de Cangas de Onís.

Las dos "Mujeres del año" de Cangas de Onís. / A. C.

J. M. Carbajal

J. M. Carbajal

En el marco del "Homenaje a las Mujeres Canguesas" se rendirá tributo este próximo viernes, 22 de marzo, en la Casa de Cultura de Cangas de Onís, a partir de las siete de la tarde, a Carmen Fernández Fernández y María Ángeles Prieto Peláez, evento incluido dentro de las actividades programadas con motivo del Día de la Mujer que ha venido organizando desde el pasado 8 de marzo el propio Ayuntamiento cangués. El acto contará, además, con las actuaciones de la solista Ana Peinado y el pianista Marcos Suárez, así como también de la Banda de Gaitas "Ciudad de Cangas de Onís".

Carmen Fernández

Es oriunda de Sames (Amieva), y ayer, lunes, cumplía 74 años, siendo la menor de cuatro hermanas, hijas de Tomasa y Silverio. Trabajadora y luchadora, siempre ha estado pendiente de la familia. A los 5 años, junto a sus padres y hermanas, se mudó al pueblo de Cirieñu. Desde bien pequeña, por la mañana, antes de entrar a clase en la Escuela, cebaba los gochos y los acercaba al monte; y de tarde, al salir de la escuela, ayudaba a sus padres a guardar las ovejas, cebar las vacas y lo que hiciera falta.

Todos los días iba a rezar el rosario en la capilla, el viernes al catecismo y los domingos como hacía la juventud del pueblo, bajaba a la Vega de Sebarga a pasear y al baile. Se casó con 21 años y al año tuvo a su primer hijo, José, que nació en Cirieñu. Cuando este tenía un mes bajaron a vivir a Cangas, al barrio de El Puente, donde vivieron varios años, durante los cuales nacieron sus otros dos hijos, Araceli y César.

En esta época trabajaba como empleada de hogar. Del barrio de El Puente se trasladaron a vivir a un piso en El Parque y fue entonces cuando empezó a trabajar en el Hotel-Restaurante El Sella, en los aledaños del emblemático El Puentón de Cangas de Onís, regentado por Dorita y Luis, dueños también del restaurante Villa María, con quienes trabajó durante más de tres décadas. Allí tuvo compañeros estupendos y fue donde coincidió con Chelo, con quien preparaba el famoso Helado Peña Santa, que se servía en los banquetes del Villa María.

En 1993, se trasladó con sus hijos a vivir a la Avenida de Castilla, donde reside en la actualidad. Tras fallecer su madre, su padre bajó desde Cirieñu a vivir con ella, hasta el fallecimiento de este hace tan solo unos años. Cuando El Sella cerró por reforma, Carmen siguió trabajando con Dori en su casa y algunos sábados ayudando además en el Villa María. Al mismo tiempo trabajaba también con Inés, de La Golosa, como empleada de hogar, donde estuvo al menos dieciséis años. Carmen tiene cuatro nietos que la adoran y ella se desvive por ellos.

"Tita" Prieto

Tiene 79 años y nació en Corao-Castiellu, en la parroquia de Abamia (Cangas de Onís), segunda hija de José Ramón y Luisa (María del Pilar y Manuel, primogénita y benjamín). Le toco vivir tiempos muy duros tras la posguerra. Después de la guerra había falta de suministros, el régimen de Franco creó un sistema de racionamiento para determinados productos alimenticios. Eran unas tarjetas con cupones para toda la familia, pero unos años después en 1.943 ya eran individuales. Cada persona tenía asignada una tienda para comprar los productos racionados, la cantidad cambiaba según la semana o el mes.

En el periódico se publicaba la ración diaria de cada producto y también los lugares para conseguirlo. La limitación era detallada, había desigualdad en la escasez: había cartillas de primera, segunda y tercera categoría, según el nivel social del consumidor, su estado de salud o situación familiar. Los hombres adultos podían conseguir todos los alimentos variando según su trabajo, las mujeres adultas y los ancianos recibían un poco menos que los hombres. Los menores de 14 años podían tener la mitad de los alimentos. Esta dejó de estar en funcionamiento en abril de 1952.

"Tita”, que cursó estudios hasta 1.959, fue una de las primeras mozas del oriente en sacar el carnet de tractor y al poco tiempo consiguió sacar también el de coche. A principios de la década de los 60 del siglo pasado compraron la primera televisión, era la única que había en el pueblo y una de las pocas de la parroquia, por eso muchos de los vecinos solían ir a pasar el rato por las noches. En aquel entonces solo emitía un canal. En 1.975, en la fiesta del Bollu, en Arriondas, conoció al que fue su marido José Luis Fuentes Fernández, este natural de Toraño (Parres). Al carecer de carnet de conducir era “Tita” la que le iba a buscar. Tras dos años de relación se casaron y tuvieron dos hijas: Noelia y Luisa, que le han dado dos nietos (Carla, 2006) y Hernán (2019).

Marifé Gómez, Lorena Allende y Blanca Bueno ayer, lunes, en la presentación del evento.

Marifé Gómez, Lorena Allende y Blanca Bueno ayer, lunes, en la presentación del evento. / J. M. Carbajal

En Corao-Castiellu se dedicaron al sector de la ganadería, llegando a tener una treintena de cabezas de vacuno, concurriendo a infinidad de concursos y exposiciones con sus reses en las citas de la comarca (Cangas, Arriondas, Ribadesella), y en otros puntos de Asturias. Los premios no tardaron en llegar por la calidad de sus ejemplares, a juicio de los jurados, llegando a registrar más de dos centenares de distinciones, aunque el “icono” de la ganadería en aquellos tiempos era un portentoso semental que atendía al nombre de “Coro”, cuyo peso rondaba los 1.500 kilogramos.

Asimismo, en su hacienda cosechaban diversidad de productos de la huerta, según temporada: patatas, fabas, cebollas, tomates, ajos, maíz, manzanas, peras, ciruelas, uvas, cerezas, e incluso tuvieron plantación de kiwis, fruta esta que apenas se conocía por estos lares. Pero a su hermano Manolito se le daba francamente bien el cultivo de cualquier fruta y quiso probar. Por su parte, el maíz lo llevaban a moler al Molín de Corao, y la harina que obtenían la llevaba a vender al mercáu de Cangas (la tradicional plaza en los soportales y aledaños del Palaciu Pintu), los domingos, así como el resto de los productos que recolectaban.

Hace pocos meses “Tita” protagonizó el cortometraje que varios alumnos y alumnas del Instituto de Educación Secundaria Rey Pelayo, de Cangas de Onís, entre ellas Carla Bulnes Fuentes, su nieta, prepararon con temática “Transitando entre raíces”, donde un grupo de influencers pasaban un fin de semana rural en el pueblo de Corao-Castiellu. Al final, se lo pasaron opíparamente. Sin duda, otra gran mujer, canguesa, esposa, madre y abuela coraje, muy querida en la comarca, tanto en el valle del Güeña como en la ribera del Sella.