M. PéREZ

Las entrañas de la ciudad no paran de arrojar artefactos explosivos de la guerra civil. La Policía Nacional ha recogido veinte, en lo que va de año, en diferentes zonas de la ciudad. En una obra se localizaron hasta trece granadas, según ha difundido la Policía Nacional.

El último de los hallazgos tuvo lugar el miércoles en el paseo de La Florida. Allí, un operario que trabajaba con una retroexcavadora en la obra de un edificio encontró un artefacto similar a una granada. El trabajador avisó a la Policía Nacional y una patrulla se desplazó al lugar, comprobando que, efectivamente, se trataba de un artefacto explosivo, concretamente, una granada de 85 milímetros. Inmediatamente avisaron a los técnicos especialistas en la desactivación de explosivos (Tedax).

Sus agentes, después de adoptar las medidas de seguridad necesarias, recogieron el artefacto y lo trasladaron a las dependencias del grupo de explosivos, para proceder a su destrucción.

Sin embargo, esta granada no es nada comparada con el hallazgo, el pasado año, de la conocida como «patata explosiva». El propietario de un establecimiento hostelero en la calle San Melchor vaciaba un saco de patatas cuando se encontró con una notoriamente diferente que no era una patata, sino una granada. El saco procedía del sur de Francia y el proyectil permanecía enterrado desde la II Guerra Mundial en lo que ahora es un campo de patatas.

La Jefatura Superior de la Policía Nacional recomienda a los ciudadanos que, en caso de encontrarse con uno de estos artefactos, no se manipulen, porque, aunque las posibilidades de que estallen no son muy elevadas, se debe tener precaución. El siguiente paso es llamar a la sala del 091.