Marta PÉREZ

Los expertos de campos tan diferentes, pero compatibles, como la sociología, la criminología, la psicología y la psiquiatría coinciden en la importancia del «submundo social» en el que vivían los habitantes del 2.º A en el número 19 de Mariscal Solís como «la clave» para entender el asesinato de la joven de Vallobín María Luisa Blanco.

«Es algo tan aberrante y tremendo que está fuera de todo control y es difícil buscar una explicación», sostiene Servando Cano, sociólogo. «Dicho esto, no se puede aislar lo individual del entorno, los posibles trastornos de personalidad de determinados individuos no bastan para explicar el crimen», dice. «No cabe duda de que se trata de un entorno con privaciones económicas, episodios de violencia, y todo en un espacio muy cerrado con hacinamiento. Se configura un entorno sórdido y desagradable, que puede explicar ciertas conductas», añade.

Para el sociólogo se trata de un «un hecho premeditado y pensado, elaborado por todo el grupo». Así, Servando Cano no cree que el asesinato de la joven sea «fruto de un arrebato» y que «es algo más complejo que «unos celos». Cano cree que María Luisa Blanco era el «elemento disfuncional» del grupo y que «estorbaba» por algo.

Por su parte, el decano de la Facultad de Psicología en la Universidad de Oviedo, José Muñiz, asegura que, en el crimen de Vallobín, «lo que sorprende son las relaciones anómalas en el piso, nada que responda a una estructura normal». También sostiene que, aunque «no está claro el papel que juega cada uno, sí que no había límites». Para José Muñiz «la familia estaba completamente desestructurada y en el piso no parecían existir las reglas morales y sociales básicas». El decano de la Facultad de Psicología cree que «es difícil prever este tipo de conductas concretas».

Asimismo, el presidente de la Asociación de Criminólogos del Principado de Asturias, Miguel Ángel Perianes, considera que el asesinato de María Luisa Blanco Blanco «es un caso lo suficientemente importante como para que el fiscal tenga un estudio criminológico de cada una de las personas que vivían en el piso y de cada uno de los miembros del grupo». Según el criminólogo, este análisis de cada uno de los perfiles «servirá para entender el entorno». Para Perianes «las condiciones mentales del hermano son tan importantes como las del resto de habitantes del piso» y cree que «el hermano puede haber sido inducido en determinadas circunstancias».

El psiquiatra Guillermo Rendueles cree que «no hay que buscar en la psicología profunda» porque, para él, la actitud de los implicados en la muerte de María Luisa Blanco «es la banalidad del mal, por la cutrez y el horror del crimen». Rendueles asegura también que existen muchas experiencias anteriores en las que «los más sanos se aprovechan de una familia enferma».

«Es un hecho pensado, elaborado por todo el grupo»

<Servando Cano >

Sociólogo

«No parecen existir reglas morales y sociales básicas»

<José Muñiz >

Psicólogo

«Se debe hacer un estudio criminológico de cada individuo»

<Miguel Ángel Perianes >

Criminólogo

«No hay que buscar en la psicología; es la banalidad del mal»

<Guillermo Rendueles >

Psiquiatra