L. S. NAVEROS

La crisis económica está afectando a la comercialización del nuevo suelo industrial del municipio, el polígono de Olloniego-Tudela II, pese a que el precio de venta de los solares es inferior al de mercado.

Con la primera venta de parcelas ya aprobada por el Ayuntamiento, no se conseguirá el objetivo municipal de cuadrar las cuentas y pagar el coste estimado de las expropiaciones, que supera los 9 millones de euros. En total, se ingresarán por las ventas de parcelas de esta primera convocatoria 4,7 millones de euros.

Pese a que más de la mitad de las parcelas que salieron a la venta quedaron sin comprador, el equipo de gobierno se muestra optimista sobre el futuro de esta área industrial. «Está muy bien ubicada y tiene un precio muy competitivo, así que estamos convencidos de que finalmente, dentro de dos años como máximo, se cubrirán completamente los costes y no supondrá ningún cargo para las arcas municipales», señala el concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Alberto Mortera.

El polígono de Olloniego-Tudela II requirió una inversión de unos 33 millones de euros, de los que 26 proceden de los fondos mineros, y el resto debe obtenerse de la venta de parcelas. Las obras de urbanización costaron 18,1 millones de euros, a los que se suman los 6 millones que se invirtieron en construir y urbanizar dos parcelas, una para el nuevo polideportivo Manuel Novo, de Tudela Veguín, y otra para el Centro de Producción Audiovisual, recientemente privatizado por el Ayuntamiento. En total, las obras costaron algo más de 24 millones de euros, a lo que hay que sumar los 9 millones que se estima que costarán, como mucho, las expropiaciones.

En total, se urbanizaron 147.000 metros cuadrados y se sacaron a la venta 34 solares, a 70 euros el metro cuadrado, un precio estimado por el Ayuntamiento para cuadrar la operación de forma que no suponga coste alguno para las arcas municipales.

Se vendieron menos de la mitad de las parcelas, y el Ayuntamiento está preparando en la actualidad una segunda comercialización del suelo industrial suprimiendo algunas trabas de la convocatoria inicial, como la eliminación de la cláusula que impedía a la misma empresa adquirir más de un solar. Las empresas no podrán vender las parcelas hasta que esté finalizada la construcción de la nave industrial y obtenida la licencia de actividad.