Para CC OO de Oviedo, se pueden hacer todo tipo de consideraciones con respecto al denominado «Convenio de Villa Magdalena», históricas, culturales, urbanísticas, medioambientales, legales, políticas y hasta -ya se verá- penales.

Lo sustancial es que con esta obscena operación se ha vulnerado el más elemental de los principios democráticos, como es la exposición pública y la participación ciudadana en un asunto que traspasa, con mucho, el ámbito del gobierno municipal.

Sobre la base del pago en especie de una deuda, cuyo importe es más que discutible y que es fruto de la negligencia del equipo de gobierno, se justifica una operación aberrante destinada únicamente a favorecer a un particular a costa del patrimonio común de todos los habitantes del municipio de Oviedo, usando además una formula contractual de dudosa legalidad y acatando unos condicionantes inadmisibles.

Sin esperar a que se produjera una sentencia judicial sobre el justiprecio de la expropiación, el señor Alcalde sucumbió inexplicablemente ante las pretensiones de Comamsa y confiado en que Oviedo sesteaba entre farolas, jardineras y escobas de oro; triunfante al frente de la cruzada de la capitalidad cultural y hastiado de la inacción, creyó llegado el momento de hacer una de las suyas: una «macrochapuza» megalómana, como tantas otras que están ahí para contarse y que pagamos día a día entre todos y todas.

Claro que habría protestas, esos que él llama «los de siempre», los que no saben apreciar la sutil escritura con la que este Alcalde va escribiendo la «historia» de Oviedo de los últimos veinte años.

No contaba con la respuesta unánime de asociaciones vecinales, organizaciones culturales, comerciantes, partidos políticos de distinta índole (incluso rivales en otros foros), sindicatos, asociaciones juveniles, en definitiva más de 40 entidades decididas a decirle no al Alcalde con una sola voz.

No. Oviedo no se lo va a permitir.

Lo que si le agradecemos quienes confiamos en la democracia y en el poder de la ciudadanía, es que sus despropósitos hayan despertado a muchas personas que se han unido para salvar el corazón de Oviedo, el entrañable campo de San Francisco, referente de la infancia de los ovetenses, de muchos asturianos que vienen a Oviedo por distintas razones; por el respeto y consideración a sus barrios, en este caso el de Teatinos, con el único parking gratuito de Oviedo y que se quiere entregar a la especulación urbanística.

No nos van a doblegar y acudiremos a cuantas instancias legales puedan parar este despropósito y saldremos a la calle.

Desde aquí, hago un llamamiento para que el próximo 5 de Julio a las 8 de la tarde nos manifestemos desde la estación de Renfe y digamos: «No al Alcalde, no a vender Oviedo».