Á. FIDALGO

Laura es una niña discapacitada que siente una gran pasión por el ajedrez, pero el problema lo tiene en las manos, para poder mover las fichas en el tablero. Su madre, consciente de que la solución de colocar en su lugar las piezas no convencía completamente a su hija, decidió recurrir a Cristian Casorrán, un ingeniero vallisoletano de Telecomunicaciones, para que intentara buscar una solución. El objetivo era que Laura llegara a ser autónoma en su diversión favorita.

Dicho y hecho. Y la solución para poder disfrutar del ajedrez, las damas o el tres en raya, entre otros muchos juegos, la presentaron ayer por los responsables de la Asociación de Ayuda a Personas con Parálisis Cerebral de Oviedo (Aspace), en el centro educativo que tiene esta entidad en El Campón, en Latores.

Cristian Casorrán trabaja como ingeniero de desarrollo electrónico en el departamento que la entidad Core Labs tiene en la ciudad china de Beijing. Se trata de una plataforma artística y cultural española especialmente dedicada al videoarte.

Para hacer feliz a Laura y a las personas con parálisis cerebral, Cristian Casorrán ideó un tablero con sesenta y cuatro luces que hacen un barrido y que se pueden parar por el jugador en el momento que desee.

El tablero lleva el nombre de «Pixboard». Su funcionamiento es sencillo. Si, por ejemplo, se quiere juega al ajedrez, al llegar la luz a la casilla a la que se pretende mover una pieza, con sólo tocar un botón, o incluso con sólo un soplido si el dispositivo está adaptado, es suficiente para poder participar en el juego.

«La idea es que no sólo la persona pueda jugar, sino también mejorar y desarrollar su nivel afectivo», destacó Casorrán, que afirmó que este juego tiene multitud de aplicaciones para las personas que tienen conocimientos de informática.