El teatro Campoamor se convertirá mañana, un año más, en centro internacional de la ópera y la zarzuela, con la entrega de los VII Premios Líricos que llevan su nombre. Calixto Bieito, uno de los grandes de la escena, dirigirá por primera vez la gala, que girará en torno a la idea wagneriana de la ópera como espectáculo de futuro. Bieito, que recogió el pasado año en este mismo escenario el galardón como mejor director de escena por «Carmen» -le entregó el premio el asturiano Emilio Sagi-, reivindica la vigencia, el esplendor y el futuro de un género que ama con la pasión de los auténticos creadores. Será, junto a la coproducción «Pepita Jiménez» de Albéniz, el único espectáculo que dirigirá este año en España.

Poesía y comicidad, elementos fundamentales de la obra lírica, estarán muy presentes en el espectáculo, que será presentado por la actriz Rossy de Palma y el contratenor Xavier Sabata. La orquesta «Oviedo Filarmonía» y el coro de la Capilla Polifónica, ambos residentes desde la primera edición, estarán dirigidos por el maestro Marzio Conti. Los premiados tendrán una fuerte implicación. La gala será retransmitida por la TPA.

Todos los galardonados han confirmado su asistencia al acto, que comenzará a las ocho de la tarde. El primero en llegar a Oviedo ha sido Celso Albelo, premio al mejor cantante de ópera por su papel de Nemorino en «L'Elisir d'Amore» en dos producciones. Albelo ya recibió hace dos años el galardón a cantante revelación.

Alberto Zedda, uno de los maestros de orquesta y directores musicales más importantes del mundo, fundamental en la investigación y difusión del legado de Rossini, muy conocido y querido en Oviedo, recibirá el premio especial a toda una carrera. Zedda también había sido premiado ya en otra ocasión.

Los demás galardonados llegarán a lo largo de la jornada de hoy, excepto Maurizio Benini, premio a la mejor dirección musical por «Adriana Lecouvreur», que se encuentra ensayando una ópera en Montecarlo, y lo hará el mismo sábado.

El resto son: Állex Ollé y Valentina Carrasco («La Fura dels Baus»), premio a la dirección de escena por «Le Grand Macabre», de György Ligeti; Sondra Radvanovski (mejor cantante femenina de ópera), por Aída en «Aída», de Giuseppe Verdi, y Norma, en «Norma», de Vincenzo Bellini; José Ferrero (cantante revelación), por Siegmund en «Die Walküre», de Richard Wagner, y Ángel Odena (cantante de zarzuela o ópera española), por Juanillo en «El Gato Montés», de Manuel Penella.

El galardón a la mejor nueva producción es para «Peter Grimes» de Benjamin Britten, con dirección musical de Corrado Rovaris y escénica de David Alden. Una coproducción de la Ópera de Oviedo, English National Opera, Deutsche Oper Berlin y De Vlaamse Opera.

La mejor nueva producción de ópera española o zarzuela ha sido para «El Gato Montés», de Manuel Penella, con dirección musical de Cristóbal Soler y escénica de José Carlos Plaza. Una producción de Teatro de la Zarzuela. Ópera XXI, la asociación de Teatros, Festivales y Temporadas de estables de ópera de España, recibirá el premio a la institución o persona que haya contribuido muy significativamente al mundo de la lírica.

Representantes de todos los teatros líricos españoles y agentes de conciertos asistirán a una gala que, con los años, se ha convertido en el único encuentro de todo el sector en España. En representación del Gobierno de Asturias, asistirá la consejera de Cultura, Ana González. El anfitrión será el alcalde, Agustín Iglesias Caunedo.

Gestionados por una fundación que preside la asturiana Inés Argüelles, los premios líricos tienen un soporte institucional -el Ayuntamiento de Oviedo y, por segundo año consecutivo, el Ministerio de Cultura a través del INAEM- y otro empresarial, el denominado mecenazgo de la fundación, un grupo de diecinueve empresas que aportan 3.000 euros cada una. La organización ha lanzado en esta edición una nueva idea de mecenazgo dirigida a empresas más pequeñas del sector servicios, los amigos de los premios, que arranca con cinco y se espera que aumente en próximos años.