Los agentes policiales tienen que intervenir cada día, como promedio, en un edificio de la ciudad que presenta alguna deficiencia que pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos. Voladizos inestables, grietas, tejas que mueve el viento y un largo etcétera. Así se desprende de los datos de la memoria de la Policía Local del último año, que refleja que el servicio de conservación urbana de la Policía Local de Oviedo intervino a lo largo de 2012 en 391 edificios deficientes en el municipio.

Se trata del mismo departamento que está elaborando un informe sobre el inmueble sito en el número 9 de la calle García Conde, donde el pasado domingo se desprendió un fragmento de cenefa en la fachada que causó la muerte en el acto a Carmen Vilar Arias, de 49 años, que caminaba por la acera junto a su madre, que resultó ilesa. El responsable de Seguridad Ciudadana en el Ayuntamiento de Oviedo, Gerardo Antuña, explicó ayer, en declaraciones a este periódico, que espera contar con el informe en los próximos días. Éste servirá de base para enviar un requerimiento a la comunidad de vecinos a fin de que asegure la fachada.

«El deber que tiene el servicio de conservación urbana de la Policía Local es obligar a los propietarios a conservar los edificios. Velamos por que esto se cumpla, pero la responsabilidad es de los propietarios», indicó ayer Antuña. El servicio de conservación urbana actúa a partir de denuncias de ciudadanos, de una alerta del servicio de Bomberos, o de su propia observación. Una vez recibida la alerta, un equipo policial se desplaza al edificio para realizar una inspección que, en caso de detectar deficiencias, concluirá con un requerimiento a la propiedad para que subsane el problema. «Si no lo arregla, tenemos dos opciones: bien sancionar a la comunidad, o bien contratar nosotros a una empresa para realizar la reparación y luego pasar las costas a los propietarios», detalló el concejal de Seguridad Ciudadana.

Los edificios con más de cincuenta años como el de la calle Alcalde García Conde, construido en 1962, no tienen la obligación de someterse a inspecciones periódicas para evaluar su estado de conservación debido a un vacío legal que existe en estos momentos. El Principado es una de las comunidades autónomas que aún no ha regulado la figura de la inspección técnica de edificios (ITE), que impulsó el Gobierno central en 2011 y que ha sido ampliada por el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) en el anteproyecto de ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbanas al que el Consejo de Ministros dio luz verde a principios de abril. En Oviedo, este limbo normativo afecta a 6.852 edificios que tienen más de medio siglo, según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las mismas estadísticas también detallan que en Oviedo hay un total de 118 edificaciones en estado de ruina.