Entre el 25 y el 30 por ciento de la población consume tabaco, una cifra que puede llegar hasta el 70 por ciento en los pacientes con enfermedad mental y se convierte en una de las principales causas de muerte en estas personas.

Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) advirtió ayer de que uno de cada dos cigarros que se venden en la calle es comprado por un enfermo mental. Los pacientes psiquiátricos mueren, de media, hasta 15 años antes que la población general, y son las causas relacionadas con el tabaco las más frecuentes: enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer fundamentalmente, según Néstor Szerman, psiquiatra del hospital Gregorio Marañón y presidente de la SEPD.

Además, en los pacientes con enfermedad mental "las posibilidades de pasar del uso al abuso de esta sustancia es significativamente más alta que en sujetos que no padecen ningún trastorno". En muchos casos, el tabaco les sirve de "automedicación o autorregulación neurobiológica" a sus problemas de depresión, psicosis, trastornos de personalidad o hiperactividad, entre otras patologías, añadió Néstor Szerman.