El nuevo gobierno local tripartito ha decidido ampliar el plazo de inscripción en los comedores escolares de verano ante "la premura" de la puesta en marcha del plan. De hecho, la vicealcaldesa, Ana Taboada, reconoció ayer "fallos" en la organización de este proyecto -una de las primeras medidas aprobadas por Somos, PSOE e IU para paliar la crisis económica de algunos padres y ayudar a la conciliación de la vida familiar y laboral- y admitió que "las familias no han tenido tiempo de reacción".

Así, los interesados pueden formalizar ahora la matrícula de los niños en la Oficina Municipal de Educación (situada en los número 6 y 8 de la calle Quintana), en principio, sin una fecha límite establecida. Atrás queda por tanto el plazo inicial que se había fijado en los dieciocho colegios públicos habilitados para tramitar las solicitudes, y que restringía la entrega de los formularios al lunes y el martes de esta semana. Algo similar ocurrió en los centros educativos concertados, con gestión directa del servicio de comedor o dependientes de la financiación del Principado, para los que el Ayuntamientos señaló ayer como el último día para apuntar a los críos.

Buena parte de los padres de los alumnos de estos colegios se quejaron a la dirección de los centros tras recibir los impresos de matrícula para los comedores de verano "horas antes del fin del plazo". Según la carta que se encontraron ayer en sus correos electrónicos "las solicitudes deben presentarse en la secretaría antes de las 14 horas del día 24 para que el colegio las remita al Ayuntamiento al día siguiente". De esta forma, algunas familias leyeron la circular pasadas las dos de la tarde del miércoles, cuando ya no había nada que hacer.

Los técnicos del área de Educación del Ayuntamiento, que estará capitaneada por la edil de Somos, Mercedes González, tienen que revisar estos días las inscripciones recibidas tanto en los colegios públicos como concertados para elaborar la lista definitiva de comensales y decidir qué comedores escolares abrirán sus puertas en julio. Es decir, tal y como explican desde el nuevo gobierno local "es necesario conocer la demanda real para concretar los colegios y reubicar a las familias que lo necesiten en las escuelas más próximas".

Según ha podido averiguar este periódico, la demanda de plaza en los comedores de verano no supera los diez niños por centro hasta el momento. Al mediodía del martes, el colegio Baudilio Arce, el de San Claudio, el San Pedro de los Arcos y el Dolores Medio no habían recibido ninguna solicitud. En la otra cara de la moneda, entre los que más inscripciones gestionaron están el de Fozaneldi y el de La Ería, con ocho solicitudes cada uno, o el centro educativo Maestro Jaime Borrás, con siete.

Los responsables de los colegios achacan el escaso nivel de inscripciones a que "la mayoría de los padres buscan que los niños estén atendidos todo el día, no sólo durante dos horas". Así lo cree la comunidad educativa de San Pedro de los Arcos, que además ha compartido espacio en su edificio del Naranco con la del Dolores Medio durante dos cursos debido a las obras de rehabilitación de este segundo colegio, ubicado en la calle La Luna.

El horario del servicio de comedor será, en principio, de 13 a 15 horas, de forma que sólo aquellos colegios adheridos al programa municipal de conciliación de la vida laboral y familiar (puesto en marcha por la antigua corporación del PP), acogerán niños desde primera hora de la mañana hasta el mediodía: Lorenzo Novo Mier, Poeta Ángel González (Corredoria II), Fozaneldi y La Ería.

Tampoco todas las familias con escasos recursos económicos están por la labor de llevar a sus hijos a comer al colegio en verano porque creen que es una forma de estigmatizarlos. Blanca Fernández, la número cinco de la lista que presentó IU en las pasadas elecciones municipales y presidenta de la plataforma para la Vivienda Digna, rechaza por completo la medida impulsada por la corporación que lidera Wenceslao López al asegurar que "los padres no tienen por qué explicarles a sus hijos de ocho y nueve años que tienen que seguir yendo al colegio porque no hay dinero en casa para comer". Fernández prefiere que el Ayuntamiento entregue a cada familia en apuros una tarjeta cargada con 60 euros para gastar en alimentos y que fue puesta en marcha el año pasado tras un acuerdo alcanzado entre el PP e IU.

El Ayuntamiento abonará un importe de 73,28 euros por cada alumno becado, tanto para aquellos que tengan una beca del curso pasado como para los que la soliciten para el próximo.