"No somos una prioridad para el gobierno municipal. Se comprometieron a optar por una solución que implicase mantener el empleo y ya no se está haciendo así". Así lo aseguró ayer Maite Álvarez, responsable de recursos humanos de la empresa Auxiliar de Recaudación, tras reunirse con el concejal de empleo de Oviedo, Rubén Rosón.

"Salimos decepcionados", aseguró la mujer, en representación de los 42 trabajadores de la empresa que se encarga de cobrar los tributos municipales y de la que el nuevo gobierno quiere prescindir para "remunicipalizar" la gestión de los servicios. "El escenario que más peso adquiere es pasar el cobro al Principado, y en este supuesto la subrogación del personal sería ilegal", indicó Álvarez.

Por su parte, el concejal de Empleo se comprometió a reunirse con los trabajadores "al menos una vez por semana" para mantenerlos informados de los pasos administrativos que el equipo de gobierno vaya dando. La intención del Ayuntamiento, según Rosón, es buscar un encaje legal para que la plantilla pueda ser subrogada.