El ministerio fiscal elevó ayer a definitivas las conclusiones de la calificación de los hechos al considerar que Agustín de Luis cometió dos delitos, uno de infidelidad en la custodia de documentos y otro de omisión del deber de perseguir el delito, lo que conllevaría una pena de tres años de prisión y cinco de inhabilitación. "No sabemos si el conductor era amigo o el señor De Luis recibía a todo el mundo. Lo que sí ha quedado acreditado es que el acusado empezó a interesarse por el atestado cuando le fueron a ver y que decidió incoarlo con la excusa de que tenía graves irregularidades", señaló la fiscal del caso. "Dio órdenes para que se modificara todo lo relativo al atestado y remitió la diligencia de archivo sin fecha ni firma", añadió. Sin embargo, la Fiscalía no considera que exista un delito de falsedad documental "porque fue burda, con tipex" y tampoco prevaricación "porque fue un intento de exculparse".

Por su parte, la letrada de la acusación particular, Rebeca García -en representación del sindicato Sipla- criticó que Agustín de Luis citase en la primera jornada del juicio al anterior fiscal superior del Principado, Gerardo Herrero. "Parece querer culparle del archivo", indicó.

Mientras, el letrado de la defensa, Juan Muñiz, pidió la libre absolución de su cliente al entender que De Luis "lo hizo con más o menos acierto pero sin dolo ninguno". También criticó que las irregularidades del atestado pasasen por la sala de vistas "como si no tuviesen importancia". A su juicio, "ese atestado es infumable e insalvable y no se subsana con una diligencia". Respecto al carácter de Agustín de Luis -que ayer se disculpó con los magistrados por no ceñirse a lo que le preguntaban el primer día-, el abogado Juan Muñiz explicó: "Mi defendido es mi defendido, puede caer mejor o peor, pero en este caso, por justicia, no es autor del delito. Con independencia de que mereciera una sanción administrativa, solicitamos una sentencia absolutoria".