El férreo control policial llevado a cabo este fin de semana en el Antiguo sirvió para evitar los "botellones" en los puntos habituales de reunión de los jóvenes para beber en la calle. Los propios hosteleros de la zona de copas consultados por este diario aseguran que la presencia masiva de agentes de la Policía Local y Nacional y sus actuaciones disuasorias provocaron que zonas como la plaza del Paraguas o la del Sol no acogiesen "botellones" durante las noches del viernes y del sábado. El dispositivo de seguridad también evitó que se produjesen episodios graves de violencia como los ocurridos durante los tres fines de semana anteriores, cuando se registraron hasta cuatro apuñalamientos en la zona de la "movida".

Si la noche del viernes fue tranquila, durante la del sábado tampoco hubo mucho trabajo para los agentes. En el parte de actuaciones figura la identificación de una menor que reside en un centro de acogida del municipio y que se encontraba por la calle a una hora en la que debería de estar en dicho centro. También consta en el informe sobre las incidencias de la noche una actuación en un local de la calle Jesús por menudeo de drogas. Según señaló el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, las sustancias aprehendidas no son significativas. "Según me confirmaron los responsables del operativo, el fin de semana ha sido de lo más tranquilo. Esperemos que a partir de ahora sea así", señala el edil.

Además de la ausencia de botellones y de episodios violentos de gravedad -hubo una "pequeña pelea entre dos personas", pero fue sofocada por los agentes-, la práctica totalidad de los locales de copas del Antiguo cumplieron a rajatabla los horarios de cierre. Los agentes que integraron el dispositivo sólo tuvieron que actuar el viernes en un bar de la calle La Luna que no cumplió las condiciones de la licencia. En ese mismo local se produjo la detención de un joven que había robado una cartera.

También se registraron ayer dos positivos por alcoholemia. Alrededor de las siete y media de la mañana un vecino alertó a la Policía tras ver cómo un vehículo en movimiento impactaba con otro que estaba estacionado en las inmediaciones de la confluencia entre las calles México y La Habana, en el barrio de Pumarín. Los agentes localizaron al conductor poco después y constataron que estaba ebrio. El otro positivo se registró en La Corredoria y también fue gracias al aviso de un vecino, que llamó a la Policía tras ver a dos jóvenes "hacer el loco con el coche y bajarse los pantalones en medio de la calle". Los efectivos del cuerpo municipal localizaron a los presuntos infractores frente al campo de fútbol Díaz Vega y el conductor del vehículo arrojó una tasa de alcohol superior a la permitida.