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"No secuestramos a la niña", dice el clan Iordan, con tres miembros en el hospital

La familia peor parada en la reyerta niega que la dote de una menor sea el detonante de la pelea y alude a una "extorsión" por 500 euros

"No secuestramos a la niña", dice el clan Iordan, con tres miembros en el hospital

"Jamás secuestramos a la niña, tenemos un poder firmado ante notario en el que sus padres nos autorizan a sacarla de España". Los miembros de la familia Iordan, enfrentados el pasado lunes a navajazos a sus compatriotas rumanos del clan gitano de los Gilceava, en pleno General Elorza, niegan que el secuestro de una menor de 15 años sea el origen de la multitudinaria reyerta. Aseguran que la joven tiene una relación sentimental con uno de sus hijos y que estaba más contenta bajo su tutela que con sus parientes biológicos, quienes, según este testimonio al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, le hacían llevar mala vida. Aunque la Policía Nacional investiga como origen de la riña un desacuerdo con la dote y la posible trata de la chiquilla por 10.000 euros, los Iordan insisten en que el detonante de le pelea fue la negativa de una mujer de su clan a "dejarse extorsionar" por una Gilceava -para más inri, tía suya-, que le reclamaba 500 euros.

Según esta versión de los hechos, a esta mujer emparentada con los dos clanes, su tía (mendiga en una iglesia) le reclamó esta cantidad "porque sabe que tiene un trabajo estable". Al parecer, ella se negó y como consecuencia de esta negativa un hombre y tres mujeres Gilceava la esperaron al salir de su trabajo en un restaurante el jueves de la semana pasada y "la molieron a paraguazo". Fue entonces cuando ella denunció los hechos ante la Policía Nacional y las cosas no hicieron más que empeorar. Empezó a recibir amenazas de muerte y acudió a la Comisaría de General Yagüe para ampliar la denuncia. Siempre según esta versión del conflicto, a esta chica la llamó por teléfono uno de sus primos durante el fin de semana para informarla de que "un matón de la familia" estaba viajando en autobús desde Sevilla con el encargo de quitarle la vida. La llamaban de forma reiterada para avisarla de los kilómetros que le quedaban para llegar a Oviedo y cumplir con la amenaza. Como una cuenta atrás. La familia tomó precauciones para proteger a los suyos y el fin de semana discurrió sin incidentes. Los Iordan sostienen que el lunes "casualmente" los dos clanes se encontraron en plena la calle y fue cuando se lío parda. Sin embargo, en medios policiales creen que se habían citado previamente para resolver sus diferencias y que habían llamado a más parientes para defenderse, de ahí que en la pelea participasen al menos 40 personas.

Lo que sí está claro es que en el balance de heridos y detenidos los Iordan se han llevado la peor parte. Siete miembros de esta familia -cuyos intereses defiende el abogado Diego Arbesú- integran la nómina de las 13 personas que ha detenido la Policía en las últimas horas en relación con estos hechos. Además, en el balance de heridos, los Iordan son los únicos que permanecen ingresados en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) bajo custodia policial. Se trata, en concreto, del patriarca I. Iordan, su mujer V. Iordan y uno de sus hijos, A. F. Iordan. El patriarca del clan abrió ayer por primera vez los ojos. Desde el pasado lunes se temió por su vida en varios momentos, aunque ahora se encuentra estable dentro de la gravedad. Recibió varias puñaladas en el abdomen y literalmente le sacaron las tripas. Tuvieron que intervenirlo de urgencia. Mientras que él permanece en una unidad de cuidados críticos, su mujer y su hijo ya están en planta. El chico, de 20 años, recibió una puñalada muy cercana al corazón. "Tuvo suerte", asegura su abogado.

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