Una vecina de la calle Valdés, en el barrio de Las Campas, cree haber sido víctima de la banda de los "rompellaves" que utiliza el método del "bumping" para abrir una cerradura en treinta segundos sin dejar huella. Según ha podido saber este periódico, la mujer se percató del robo ayer mismo y está pendiente de formalizar la denuncia.

Fuentes consultadas de la Policía Nacional se refirieron ayer a "un goteo no alarmante" de robos por este método durante las últimas semanas en la ciudad. Atribuyen la comisión de los delitos a una banda especializada e itinerante. La Corredoria, Pumarín y Ciudad Naranco son algunos de los barrios más afectados por la oleada de robos, que está multiplicando el trabajo de los cerrajeros, que están cambiando cerraduras convencionales por otras "antibumping" en toda la ciudad.

Los ladrones suelen investigar previamente las viviendas para acceder a las que están desocupadas. Lo comprueban dejando un testigo de plástico minúsculo entre la puerta y el marco.