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El calor dispara la presencia de ratas en el municipio, que proliferan en los barrios

Los expertos achacan el aumento de roedores a las altas temperaturas del otoño y al reparto de restos de comida en la calle a gatos y palomas

El calor dispara la presencia de ratas en el municipio, que proliferan en los barrios

Las ratas tienen en jaque a Oviedo. Los vecinos las ven correr a cualquier hora por aceras, parques, zonas de juegos y solares en lugares tan dispares como Teatinos, Otero o Ciudad Naranco. Las denuncias ante el Ayuntamiento por la presencia de estos roedores en la vía pública se han disparado desde abril y superan con creces a las registradas durante el mismo periodo del año anterior, cuando apuntaban de manera recurrente a sólo un par de sitios: La Florida y la zona rural. Los ciudadanos coinciden en la descripción. Son grandes y parecen gatos. Y los expertos tienen clara la causa de su proliferación. El calor y la humedad junto a abundante comida es todo lo que necesitan para reproducirse a buen ritmo y dejarse ver.

Lo explica Fructuoso Pontigo, portavoz de la Coordinadora Ecologista de Asturias. "Las condiciones climáticas de los últimos meses y las altas temperaturas del otoño han ayudado a que la ratas salgan de sus escondites. No quiere decir que haya más, aunque sí que es cierto que con el frío se reproducen menos". También señala al reparto de comida que algunas personas hacen en la calle para alimentar a gatos o palomas. Es legal, pero puede atraer a las ratas. "Los gatos callejeros siguen cazando roedores porque forma parte de su instinto, pero puede que lo hagan en menos cantidad al tener acceso fácil y directo a otro tipo de comida". En la actualidad, hay localizadas unas treinta colonias felinas en el municipio. Hasta ahora, la más grande, con veinte gatos, estaba en Las Caldas, pero a falta de poder contabilizar el número exacto de animales que vagan entre los chalets de la Fábrica de Armas, La Vega tiene posibilidades de ocupar el primer puesto.

La basura es otra de las fuentes de alimentación de las ratas. Buena parte de los vecinos que denuncia la presencia de estos animales en sus barrios los vieron entre los cubos a última hora de la tarde o por la noche mordisqueando bolsas que estaban en el suelo. El miedo y el asco les hicieron llamar al Ayuntamiento para solicitar la desratización de la zona, normalmente con veneno en áreas permitidas o con la limpieza total de fincas y solares. "Es importante que los ciudadanos sean cívicos para disminuir la presencia de ratas, pero también hay que tener en cuenta que algunas se pueden volver inmunes al veneno con el paso del tiempo, así que es aconsejable cambiarlo periódicamente", afirma Pontigo.

Las zonas afectadas por la presencia de ratas en los últimos meses son La Florida, Teatinos, Ciudad Naranco, Vallobín, La Corredoria, La Carisa, Otero, Villafría, Ventanielles, Prado de la Vega, San Claudio, Villaperi, Villamiana, Cerdeño y Limanes. Teniendo en cuenta el número de habitantes por barrios, el problema de las ratas afecta a más de 80. 000 personas. Los vecinos de Otero y Villafría acaban de sumarse a la lista. Aseguran que los roedores campan a sus anchas por Gil Blas y Fuente del Prado, entre otras calles. Según María Teresa Martín, presidenta de la asociación vecinal, tras dos escritos solicitando ayuda al gobierno local, aún no ha recibido contestación. "Estamos infestados y sólo nos queda esparcir veneno a nosotros mismos". Los residentes afirman que las fincas colindantes a las obras de ampliación de la Senda Verde, junto a la antigua trinchera de tren paralela a la Ronda Sur, están llenas de ratas.

La junta de gobierno municipal aprobó en agosto, fuera del orden del día, un plan para limpiar de forma subsidiaria parcelas infectadas por ratas y pasar después la factura a la propiedad. El plan pasa por hacer un informe jurídico que determine el número y condiciones de los solares abandonados por los dueños. Una vez contactados para que limpien las fincas, en caso de que se nieguen o hagan caso omiso, será el Ayuntamiento -mediante la contratación de una empresa- quien ejecute la intervención.

La primera teniente de alcalde y portavoz de Somos, Ana Taboada, aseguró entonces que la demanda vecinal era "absolutamente comprensible".

El barrio más afectado por las ratas es La Florida y la parroquia ovetense de San Claudio. En el primero, el foco del problema está en el entorno de la pasarela que cruza hasta la Argañosa sobre las vías del tren, en unos terrenos plagados de maleza localizados entre esa estructura y los centros comerciales cercanos al nuevo puente de La Florida. Además, la crisis del ladrillo dejó allí un buen número de solares vacíos que en la época de la burbuja inmobiliaria iban a ser destinados a viviendas. La dejadez de algunas de las empresas propietarias propició que las parcelas se convirtieran con el paso del tiempo en "auténticas selvas" en las que también "se encuentran todo tipo de animales", comenta el portavoz vecinal, Emilio Peña.

Los ecologistas alertan de que los animales se inmunizan al veneno

La proliferación de las ratas en La Florida alcanzó su peor momento en agosto, días antes de que el Ayuntamiento decidiese tomar cartas en el asunto con la limpieza de solares y fincas particulares. Sin embargo, el problema global persistió. Y la alarma saltó dos meses después en San Claudio cuando los vecinos denunciaron públicamente que los roedores pasaban a escasos metros del colegio.

Así, aseguran que estos animales salen de una casa abandonada situada a escasos cien metros de la escuela, justo frente a la marquesina del autobús. Los habitantes llevan tiempo advirtiendo de que esa parcela -la maleza ya ha tapado por completo la casa y una cuadra que formaba parte de la vivienda- se ha convertido en un "foco de infección peligroso" para las personas. Además, algunos señalan directamente al reparto de comida en la calle para los gatos. Y es que, aunque resulte paradójico, en ese terreno hay una colonia felina. "Hay gente que les deja comida en la parcela y se ha llenado de animales. Los gatos conviven con las ratas porque tienen comida de sobra para alimentarse y ni siquiera las persiguen", comentó entonces Alfredo Escribano, vecino de San Claudio, que apostilla que "las ratas son gigantes y cuando pasas con los niños hacia el colegio salen de la parcela sin tener ningún miedo a la presencia de personas".

En Teatinos también dieron la voz de alarma hace unos meses. De hecho, algunos vecinos taparon agujeros en plena calle que servían de refugio a las ratas, como en la calle Puerto Pontón. Y hoy en día aún caminan con recelo por el entorno del aparcamiento del centro de salud, donde suelen ven roedores "de tamaño considerable".

La Corredoria y Prado de la Vega también están en los primeros puestos ovetenses de proliferación de ratas, cerca del Hospital Universitario Central de Asturias, HUCA, junto a la zona de la Carisa, en las urbanizaciones cercanas al río Nora y al parque situados frente al apeadero de tren.

Desde el pasado 22 de julio el Ayuntamiento realizó varias desratizaciones, sobre todo en La Florida. Sin embargo, estas actuaciones, no siempre resultaron efectivas. Tal y como explicaron fuentes municipales, las intervenciones se realizaron colocando cebos de veneno en alcantarillas y no en superficie, porque se pondría en riesgo la seguridad de las personas y animales domésticos. Este tipo de método, al parecer, resulta poco efectivo porque lo roedores están en superficie y anidan en fincas sin desbrozar.

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