Debido a su incapacidad para hacer frente al alquiler, Ágora dejó ayer su sede de Cimadevilla 15. Los miembros de la asociación cultural, que en la imagen vacían una de las salas, se llevaron los activos acumulados a lo largo de los años. El Ayuntamiento les ha concedido permiso para utilizar el teatro de Pumarín y estudia cederles un local en Olloniego.