La gata que "acorraló" a su dueña en un piso de Teatinos la noche del pasado jueves "no es tan fiera" como la pintan. Al menos eso es lo que defienden los integrantes de la Plataforma Ciudadana Pro Animales de Oviedo, el colectivo que se ha hecho cargo de "Ada" una vez que su dueña haya decidido deshacerse de ella "por miedo" a sufrir un ataque. La propietaria del animal asegura que la noche del suceso la gata se encontraba en "estado de furia" y que temió por su integridad, por eso llamó a emergencias para pedir ayuda, pero después de la tempestad ha llegado la calma. "La gata está tranquila y en perfecto estado", explica una portavoz de la plataforma.

"Ada" se encontraba ayer en casa de unos voluntarios del citado colectivo animalista. "Funcionamos así. En casos como este, que es urgente, nuestros voluntarios acogen a los animales hasta que les encontremos una familia de adopción", explica la portavoz de la Plataforma Ciudadana Pro Animales de Oviedo. "Ada" fue desalojada de la casa de su dueña -en la calle Puerto Pontón- poco después de haberse mostrado agresiva. Para sacarla de casa no sólo tuvieron que acudir los agentes de la Policía Local, también hubo que avisar a una dotación de bomberos para que controlase al animal "con sus equipos especiales", explicaron fuentes municipales.

Los animalistas opinan que todo ese despliegue no hubiese sido necesario. "Algo tuvo que pasar en su entorno para que se pusiese así, a los gatos les afectan mucho los cambios, pero no quiero entrar a valorar lo ocurrido porque no lo sabemos. No obstante, alguien que esté acostumbrado a tratar con estos animales hubiese cerrado la puerta y esperado a que se calmase", señala la portavoz.

Los miembros de la Plataforma se encontraron con "Ada" metida dentro de un transportín el viernes por la mañana, durante una de sus visitas al albergue municipal de animales. "Como por la noche estaba cerrado, los bomberos la dejaron allí metida durante toda la noche, con el frío que hacía", relatan desde el colectivo animalistas. Ahora "Ada", que tiene cinco años y medio, "no tiene ningún tipo de lesión y come de la mano de la niña de la casa en la que está".