Aunque se desactivaron todas las alarmas para que no cundiera el pánico en el barrio y los vehículos de emergencia hicieron sonar sus sirenas lo mínimo posible, algún vecino insomne de Llamaquique pudo llevarse un buen susto en la madrugada del miércoles al jueves si pasada la una de la madrugada le hubiera dado por asomarse a la ventana. En el exterior de la estación de tren de Llamaquique se amontonaban camiones de bomberos, vehículos de la policía local, nacional y hasta una tienda de campaña para atender a los afectados. Sin que nada hubiera sucedido.

El despliegue respondía a un simulacro organizado por ADIF y el Ayuntamiento de Oviedo en el que se representó una situación de incendio en la playa de vías de la estación de Oviedo (a la altura de los Pilares) que dejó un tren atrapado en Llamaquique, lleno de humo por la diferencia de cota entre uno y otro lado. Aunque el simulacro estaba previsto para las doce y media de la noche, la alarma a Llamaquique no llegó hasta la una de la madrugada. A esa hora se abrieron las escotillas de emergencia y se evacuó a los pasajeros que esperaban en el andén (en realidad voluntarios que colaboraban con el simulacro). Los bomberos bajaron a la estación y rescataron a los afectados por el humo que fueron trasladados a un puesto de socorro de campaña instalado en la zona ajardinada de Llamaquique. En el simulacro participaron 16 miembros del S.E.I.S, incluidos tres mandos, y personal de la local, Protección Civil, Servicios Sanitarios, ADIF y Policía Nacional.