Mauro Díez escucha sin pestañear la interpretación que hace la OSPA de sus "Composiciones sentimentales". Es uno de los 11 jóvenes autores, de entre dos y 18 años, que han compuesto las diez obras que ha interpretado la orquesta. "Me gustó mucho esta iniciativa", aseguraba Mauro antes de arrancarse a interpretar un villancico en el escenario. Son alumnos de las aulas hospitalarias y la música les ha servido para evadirse de la rutina en el HUCA.

El proyecto "Escalas inventadas" se ha desarrollado desde el pasado mes de octubre y consistió en que los niños ingresados en el hospital trabajasen con dos músicos de la sinfónica asturiana, John Falcone y Juan Ferriol, en la composición de obras musicales. Una actividad incluida dentro de la docencia que se imparte a los niños en el HUCA por parte de los profesores de las aulas hospitalarias y que "superó todas las expectativas", en opinión de la responsable de las aulas hospitalarias, Rosa García Pardo. En la experiencia hubo de todo.

John Falcone, oboe de la OSPA, se encontró con "muchas composiciones rítmicas" pero también con niños que "escribieron un cuento y luego buscaron como poner música a los distintos pasajes". Una docencia no reglada, no ajustada al curriculum habitual, pero sí profesional ya que en todo momento se buscó la calidad de las composiciones para estar a la altura de los maestros de la orquesta sinfónica.

Falcone y Ferriol ayudaron a los pequeños "a convertir en música lo que se imaginaban, lo que tenían dentro", algo que para el oboe de la OSPA supuso "todo un desafío" que hoy acabó con el aplauso del público.