Una niña de dos años y medio caracterizada de Virgen Dolorosa, bajo palio, envuelta en cirios y al ritmo de una marcha procesional de Semana Santa abrió ayer el desfile del concurso del Carnaval infantil de Oviedo. Tras ella salió una Virgen de Covadonga y, hacia el final, una pequeña enfiló el escenario en un Papamóvil, disfrazada de Papa. Los responsables de la organización del desfile, uno de los actos programados por el Ayuntamiento de Oviedo este fin de semana con motivo del Antroxu, admitían estar sorprendidos por tanta coincidencia de disfraces religiosos y no recordaban algo igual en ediciones anteriores, al menos en las de los últimos años.

Deli Secades, la abuela de la pequeña Victoria González, la protagonista del paso de Semana Santa, desvinculó la elección del tema de la devoción religiosa. Explicó que el padre de la chiquilla es un apasionado de los disfraces, que la idea se le ocurrió a él y que él mismo fabricó el trono, lo vistió y confeccionó el vestido de su hija en una semana.

Victoria González, un bebé de dos años y medio, esperó pacientemente a las puertas de la sala principal del Palacio de Congresos de Buenavista -donde se celebró el concurso-, se dejó llevar sobre su palio sin pestañear y mantuvo una expresión imperturbable durante su pase.

La Virgen de Covadonga fue encarnada por una niña de más edad, que desfiló por su propio pie, sonriendo al público y saludando con la flor que, como el original, llevaba en la mano.

La última alusión religiosa fue la de Julia Suárez, una pequeña disfrazada de Papa -se supone que de Francisco I- que conducía personalmente su Papamóvil, con la bandera del Vaticano, y que parecía divertirse mucho haciéndolo.

Por lo demás, el concurso de disfraces infantiles de Oviedo recurrió a los motivos habituales: personajes de los cuentos infantiles, de películas, animales y temas costumbristas, como el del campano -que interpretado por Mateo Fernández, Julia Martínez y Celia González- ya había ganado el primer premio en el Carnaval de Grado.

Muchos de los participantes en el Antroxu infantil ovetense llegaron desde otras localidades, como fue el caso de Yago González y Gabriela Rivas, que vinieron desde El Entrego convertidos en juegos de la oca.

Este año el Carnaval infantil de Oviedo batió su récord de participación, con 65 niños y grupos inscritos en el concurso. El año pasado la cifra rondó los 40. Y por primera vez la celebración se llevó a cabo en el Palacio de Buenavista -el Calatrava-. Hubo espectáculos por todo el edificio, con las compañías "Higiénico Papel", "Arlequina" y la salmantina "Cacharros" y la fiesta acabó con un concierto de "Petit Pop".