El exdirector de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) habló ayer por primera vez desde que fuese despedido de la entidad en diciembre junto a otros cuatro trabajadores. Acudió personalmente al despacho de abogados que llevó los casos, De la Iglesia y Teijelo, para analizar la sentencia junto a su letrada Montserrat Palicio. "Ha tenido que ser la justicia la que pusiera las cosas en su sitio. A partir de ahora me pondré a trabajar para volver a servir a la ciudad. Eso es lo que he hecho desde hace 31 años gracias a los ovetenses, que son los que me han pagado con sus impuestos".

Lo que no entró a valorar fue la rebaja de categoría y sueldo que percibirá a partir de ahora. La sentencia del Juzgado de lo social número 2 de Oviedo obliga al Ayuntamiento a incluir a Javier Pérez Batalla en la plantilla del Ayuntamiento, pero le baja de escalafón al pasar de ser director técnico (un puesto que no está recogido en la Relación de Puestos de Trabajo del Ayuntamiento) a auxiliar administrativo. Al año, ingresará 29.014 euros menos.

Más de 100.000 euros en pagar sueldos atrasados

Según el abogado Gerardo de la Iglesia, el Ayuntamiento y la SOF deberán abonar más de 100.000 euros en concepto de sueldos atrasados. El cálculo lo hace sumando las nóminas que cada uno de ellos dejó de percibir de enero hasta mayo y que la jueza ordena reintegrar. Además, el letrado califica de "tropelía" la relación que el Ayuntamiento mantenía con estos trabajadores al encomendarles la organización de los festejos de la ciudad y diversas actividades. "Tal y como ha reflejado la jueza en su extensa sentencia, se trataba de una cesión ilegal de trabajadores y, por tanto, de un fraude de ley".