De Guillermo Soto, en la fotografía, se espera el mejor golpe. De hecho, su progresión asombra a todos quienes le siguen. Con 14 años este parragués se ha convertido en una de las grandes promesas del golf regional. Sólo lleva jugando desde la primavera y ya ha bajado su handicap de 36 a 8,8. Hijo del piragüista Ton Soto, que fue dos veces campeón del Sella, Guillermo Soto cogió por primera vez unos palos de golf hace unos meses. La semana pasada consiguió ganar un campeonato en La Llorea, en Gijón, con 61 golpes, once menos que el par del campo. «No se ven progresos tan rápidos en un chaval con tan poca experiencia», destaca su entrenador, el madrileño Miguel de López, afincado en Asturias desde 1991. / Última página